Prensa plural y estereotipos: combatirlos con el ejemplo.
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Oriol, Creador del blog despiert@15'
Desde siempre, y más desde que las redes sociales empezaron a convertir ciertos asuntos en virales -es decir: que se expanden con la velocidad y generalidad de un virus, y no meramente relativos a un virus, que sigue siendo la definición de la Academia, ya anticuada-, el sambenito del partidismo de los medios informativos ha sido una constante. Y no es incierto. Un medio es un proyecto intelectual, y eso siempre entraña ideología, aunque no siempre sea política. Y es lógico: un medio busca una audiencia, y las audiencias buscan medios que concuerden con sus propias ideas. A menudo, con las políticas.
El estereotipo se vuelve más inquietante cuando se da el paso siguiente: los medios mienten, o dejan de informar, siguiendo sus preferencias políticas, y uno no se puede fiar de ellos. Las quejas desde la izquierda y la derecha no han cesado en España desde el regreso de la democracia, y los propios medios de ciertas ideologías se han sumado con abandono a esa práctica: muchos años después del 11-M, en EL MUNDO no nos olvidamos de aquel latiguillo de "conspiranoicos" que nos llegaron a colgar algunos colegas... Pero todo ello se queda pequeño al lado del fenómeno tremendo de un presidente de Estados Unidos que se embarca en una guerra contra los medios críticos, acusándolos directamente -aunque sin aportar nunca la menor prueba- de estar inventándose sus informaciones.
No debemos, y mucho menos en esta era de transición del periodismo y de los medios informativos hacia modelos nuevos y aún no bien definidos, echar en saco roto ese runrún constante. Y la mejor manera de responder es dando ejemplo de veracidad informativa y de pluralidad en la opinión.
Este cronista, que naturalmente es parte interesada, no dejará de señalar que nuestro periódico ha demostrado ambas: un diario liberal, de centro-derecha, constitucionalista, que no sólo ha investigado a favor de corriente, sino que ha destapado también escándalos que han tocado de lleno a la Familia Real, y un diario con el mayor abanico ideológico en las columnas de opinión de toda la prensa española. No siempre se comprende ni se reconoce, pero para un profesional es una satisfacción que compensa muchos otros sinsabores. Y piensa uno que es un ejemplo que debería ser seguido más a menudo por los medios de todos los colores.
¿Columnistas de izquierdas en un diario conservador, columnistas de derechas en otro progre? ¿Informaciones que hagan tragar quina al PP en un diario próximo al PP? Hagan un recuento, y verán pocos casos. Por ahí tenemos bastante camino que recorrer. Y no sólo en España: no, The New York Times no es lo que dice Donald Trump, y lo demuestra en el caso español y catalán abriendo sus columnas a opiniones diversas -hace tres días, una muy españolista de Javier Cercas-, pero le cuesta bastante abandonar sus tics ideológicos..
Oriol, gracias por su lectura y difusión.
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