Oriol -280516-
-LA
HISTORIA DEL LEÓN Y LA TORTUGA, PARA LA MENTE HUMANA-
Oriol, Canalizador de
Shanta-Sheer.
Os habla Shanta-Sheer:
Era
se una vez, en una selva del Amazonas donde todo era armónico y pacífico, una
extraña sensación de desarmonía reino, en aquella preciosa senda. Cada uno de
los animales que reinaba su propia parcela, era cuidadoso y agradable a la hora
de ejercer sus labores, las cuales llevaba a cabo con una gran sensación de
comodidad y alegría. A medida que todo se iba llevando a cabo de forma natural,
algunos de los animales que, en esta vivían, experimentaros una leve sensación
de no estar, de acuerdo con sus contratos para aquel entonces. Esto creo un
gran desconcierto, para todos y cada uno de los animales que habitaban por
aquel entonces.
Lo
que realmente sucedía, era que la vibración del planeta estaba cambiando, y
este cambio era tan leve que estos animales, no habían sido capaces de asimilarlo.
(Esto es lo que les sucede a muchos seres humanos, al experimentar cambios en
sus vidas). Estos creían que estaban
experimentando una sensación de re-ajustado energético, (debido al calor que habían
experimentado, esas últimas semanas en sus existencias. Esto represento, que estas siguieran
haciendo sus quehaceres de forma natural. Lo mismo sucede en la mente humana,
realmente no se re-ajusta hasta que el cambio es tan grande, que ya no se puede
remediar.
Con
el tiempo, esto les trajo la sensación de este desorden e desarmonía, ya que
estos estaban luchando contra algo natural, que su misma madre la Tierra estaba
llevando a cabo, para sus propias existencias. (La mente humana, también lucha
contra estos cambios, cuando no es capaz de tomar consciencia de que son
totalmente necesarios). El paso de los días, y con estos de los meses sin que
nada hubiera pasado a boto pronto, los animales de la selva experimentaros
desacuerdos entre sí, los cuales, con el paso del tiempo, trajeron peleas y
luchas de poder. (La misma versión, que atraviesa la mente humana en la
Tierra).
Como
es sabido por todos, en cada región del planeta existe un Rey o un
representante, que ejerce la palabra de estos animales que viven, en comunidad.
En esta zona del planeta, ¿a que no sabéis quien era el Rey?, el León por
supuesto. Esta representaba el equilibrio de esta región del planeta, a través
de que todas las razas de animales formaran parte, de esa estructura que este
mismo había creado, para que la armonía y la gratitud entre ellos fuera algo
natural, e equilibrado. Los reinos animales, son más armoniosos que los reinos
humanos, a la hora de comprender su procedencia y armonía, a través de la colaboración
de unos con otros.
Aun
así, y experimentando este gran cambio sin que este se percatara, de qué forma
re-ajustarlo este mismo se preguntó cómo poder comprender, la situación que
estaba cambiando lo que, durante tantos milenios, habían sido una convivencia armónica
y agradable. Este al ser el más sabio de los animales, se comunicó con sus
Ancestros los Leones para, recibir alguna comunicación con la que comprender,
la forma de volver al origen toda esta situación, la cual, para el Rey de la
selva, se le escapaba de las manos. Una vez entro en comunicación, con sus
ancestros a través del ritual perteneciente y la ceremonia, de representación
estos les citaron unas bellas palabras, para que este emprendiera su camino de
recompensar, lo que para él era un gran desequilibrio.
Las
palabras de los Ancestros Leones fueron las siguientes: La rapidez que te caracteriza, además de la precisión desde la cual
llevas a cabo tus ideales, se aleja de la pesadez y la sabiduría que comparte
uno de los animales, que convive con vosotros y que apenas la habéis prestado
atención. Este es tan lento, que tiene que arrastrar su casa para poder estar,
protegida en caso de ataque. Si entiendes esto que te estoy diciendo, serás
capaz de devolver el equilibrio, de algo natural en el planeta. Esto ha
sucedido en otras décadas anteriores, y tan solo es necesaria la comprensión y
el re-ajustamiento de tal, en vuestras vidas. Aun así, es necesario que hables
con este animal que te acabamos de mostrar, para que este te entregue esa
sabiduría, que a él le sobra de milenios atrás.
De
la misma forma que tú, te comunicas con nosotros tus Ancestros este animal,
tiene una comunicación constante con las Estrellas las cuales, comparten
información con ella para acelerar el propósito del planeta. Nomás decirte ya,
por último, que este vive un poco alejado de donde tu resides, y en múltiples
ocasiones tiene los pies dentro del agua. Esto le hizo pensar al León, y
desarrollar su mente al llevar a cabo, diversos pensamientos de animales que pudieran
estar con los pies en el agua. También pensó, me han dicho que vive lejos de donde
Yo estoy, así que me tendré que ir hacia el mar, para ver si lo encuentro. Por
sus adentros, pensaba que tendría que ser un animal grande, para tener tanta
sabiduría dentro de sí.
Aunque
recordaba, que sus Ancestros le dijeron, que siempre llevaba la casa arrastras.
De camino para el mar, fue pensando diferentes animales los cuales, no
encajaban con la descripción que sus Ancestros la habían dado, y eso le
preocupaba todavía más. (Esto también sucede, a la mente humana cuando se hace
la idea de algo, que no acaba de comprender y que no ha visto nunca). A su
llegada a la playa, pudo visualizar la extensión del mar la cual le dejo
perplejo. Se quedó tan sorprendido de la claridad de las aguas del mar, que siguió
caminando mirando el mar fijamente, como si de un cristal se tratara. A su
paso, arrastro algunos animalitos con sus grandes piernas, ya que su única intención
era la de haber quedado sorprendido, de la claridad del mar.
(La
mente humana, actúa de la misma forma ante algo que le sorprende, lo cual tan
solo representa que exista eso, al olvidarse de todo lo que le rodea), esto
duro varios minutos hasta que se encontró con una gran tortuga, la cual le hizo
despertar de su propio espejismo. Al ver esa tortuga tan grande, la cual le
hizo volver a la realidad el León actuó, de forma negativa hacia ella, diciéndole
de todo por estar en su camino. Esta siguió su camino de la misma forma, sin
prestar atención a las exclamaciones del León el cual, tan solo actuaba basado
en la sensación de no encontrar, las respuestas que sus Ancestros le habían dado.
Lo más curioso de todo esto, es que era la tortuga el animal que buscaba, y que
ni siquiera se había dado cuenta, al estar tan inmersos en sus propios
pensamientos.
(A
los humanos os sucede lo mismo, buscáis tan profundamente que pasa por vuestro
lado, lo que realmente necesitáis, y no sois ni capaces de ver-lo). A medida
que el León había vuelto en sí, se percató de que ya estaba en el mar, y que tenía
que encontrar ese animal, así que empezó a preguntar a todos los animales que encontró
en su camino. Aun así, ninguno de estos fue capaz de contestarle a su propia
pregunta. De vuelta al haber recorrido toda la playa, se volvió a encontrar con
la tortuga, a la cual le pidió si conocía a ese animal. Cuando esta le
contesto: Aquí lo tienes, soy Yo ese animal que buscas. Este sorprendido dijo,
que bien por fin te encontré, ya estaba perdiendo las esperanzas, de
encontrarte después de varios días de búsqueda.
Cuando
la tortuga la contesto: Ya me habías encontrado, tan solo que tu tozudez y tu
constante estar en ti mismo, no te dejaron verme con claridad. Esta mañana, te
has cruzado en mi camino, y ni siquiera me has prestado atención. Por el
contrario, me has exclamado que hacia Yo en tu camino. El León arrepentido, se
aposto a su lado y le pidió perdón. (Para la mente humana, comprender las
lecciones de esta fábula, para adentraros en quien sois en realidad). Al estar
sentado junto a ella le pregunto, que estaba sucediendo en la Tierra, que todos
los animales de esa zona, se veían afectados por ello. La tortuga sonriendo le
dijo: No pasa nada más, que un cambio vibracional de las energías de la Tierra.
Como los animales de la senda siempre habitáis
en ella, no os percatáis de lo que sucede fuera. De la misma forma, que tú te
has quedado sorprendido de la claridad del agua cuando has llegado, de la misma
forma todos los animales que se acercan a ver el mar, cambiaran su sistema vibraciones
como lo has hecho tú. Imagínate si es fácil comprender, tan solo que la mente
animal se centra tanto en sí misma, que no es capaz de comprender todo lo que
le rodea. Ahora ya lo sabes, y tú eres el portador de esta buena nueva. Ves a
citar a todos los animales y tráelos a que presencien esta gran maravilla, para
que su sistema vibracional cambie, como lo ha hecho el tuyo.
El
León sorprendido por las palabras de la tortuga, le agradeció su explicación y
le dio las gracias por compartir esa gran sabiduría, que existía en tu
interior. A través de su gran velocidad, se adentró de nuevo en la senda, donde
cito a todos los animales a los cuales, les invito a acercarse a la playa donde
había experimentado ese gran cambio. Los animales de la senda, al verlo tan
cambiado se sorprendieron y ninguno dudo, en emprender el camino hacia la
playa. Una vez llegaron ahí, percibieron como sus percepciones de la realidad,
cambiaba de tal manera que integraban con el solo respirar el aire, de que ya habían
asumido su nueva vibración. Estos estaban tan contentos, que fueron en busca de
la tortuga para darle las gracias.
Esta
ya no estaba en la playa, ya que había cumplido con su propósito y se adentró
de nuevo en el mar, a seguir su propio camino. Aun así, estos animales se
sintieron tan orgullosos de tal experiencia, que siempre más tuvieron a las
tortugas, como los animales más sabios de la Tierra. A partir de ese día, todos
los animales de esa senda se sintieron de nuevo en armonía, y vivieron felices cumpliendo
de nuevo con sus quehaceres cotidianos, con la presencia de las tortugas en sus
mentes, como los salvadores de sus experiencias en aquel entonces. (Es
importante, que la mente humana deje de juzgar, por creerse los más sabios o más
fuertes, y que aprenda a comprender, que toda forma de vida tiene su papel en
el planeta, y que cualquier día será necesaria su ayuda, para seguir adelante).
Gracias así sea, hecho esta.
Oriol, gracias por su lectura
y difusión.
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