Oriol
-100715-
-LAS
AGUJAS DEL RELOJ, PARTE I-
No existe
mejor forma de avanzar
Como las agujas de un reloj, nuestras vidas siguen sus ciclos de evolución. La realidad,
de la densidad en la cual vivimos, se muestra de diversas formas ya que, de
forma reiterada se presentan a través nuestro, las personas que configuran el
tablero de juego, con el cual llevar a cabo, nuestra propia proyección de
reconocimiento. Todos estos pasos, los llevamos a cabo a través, del
reconocimiento personal de nuestra propia percepción, la cual cambia como
cambian, los arquetipos que dejamos atrás una vez nos, re-conectamos con
nuestra propia identidad original, la cual una vez transcendidas las esferas
del ego mental, pasan a representar la no-identidad, de la que os he hablado. A
medida que comprendemos y con esta comprensión integramos, las variantes de
nuestra propia identidad, las posibilidades de aprendizaje se nos muestran, como
reflejos de nuestro propio camino, de reconocimiento personal. No existe mejor
forma de avanzar, que reflejando a través nuestro los matices de una percepción,
errada de nuestra propia identidad. Cualquier experiencia, basada en el dolor,
refleja una falta de armonía a nivel interno, que nos aporta una fuerte falta
de confianza, en la estructura real de nuestra propia identidad. Todos absolutamente
todos, hemos vivido experiencias a título personal, que han creado a través
nuestro, una representación de patrones, o conductas que nos hacen actuar, de
tal o cual forma, con nuestro alrededor. Una vez trascendemos, esta realidad de
tiempo lineal fuera de los arquetipos del ego, aprendemos a representar una
nueva configuración, del software que nos representa, a título personal.
Un poco de astrología,
en nuestra percepción
A nivel astrológico,
cada uno de los 12 signos del zodiaco, establece en nosotros unos patrones o
conductas, las cuales influyen de
diversas formas, a lo largo del reconocimiento que nos muestra, cada uno. Estos
signos, representan la impronta a nivel planetario con la cual, llevamos a cabo
nuestro propio, proceso de aprendizaje. Como cite en artículos anteriores, este
no tiene una fecha dentro de los límites de nuestra percepción, ya que puede
durar de años, a existencias enteras según, la densidad que ocupen nuestros
egos, en la proyección de nuestra, propia identidad. Reconoceremos la dualidad,
a través de estas palabras, ya que, el mismo signo puede reflejar en personas
de la misma fecha, distintas personalidades, las cuales se rigen del mismo
signo en cuestión. Las variables, se reflejan a sí mismas, según los procesos
de aprendizaje de cada uno, los cuales pueden representar implantes tan vivos,
que se representen como copias reales, de nuestros Padres o Abuelos, reflejando
a nivel exterior sus propias personalidades, a niveles muy densos, de la
realidad que experimentamos. Hemos llegado aquí, al planeta Tierra con unos propósitos
que cumplir, aun así las energías que canalicemos a través de nuestros cuerpos,
variara según el ritmo evolutivo de cada uno, y de la percepción del Yo real,
que tengamos en este preciso momento. A medida que abrimos los ojos, a
reconocer la longitud de nuestras experiencias, podemos reconocer en estas, las
distorsiones que establecen, los arquetipos mentales o actitudes que han
marcado, nuestras vidas, para reflejar en estas el aprendizaje que se muestra,
a medida que avanzamos en la dirección correspondiente.
Nos vemos
constantemente arrollados
Todo está en
su preciso lugar, en el momento adecuado. Esto nos muestra, a nivel mental la proyección de un tiempo,
basado directamente en el ego, el cual hace discurrir nuestras mentes, a una
velocidad por encima, de nuestras posibilidades. Vivimos inversos, en una
constante influencia de velocidad, que nos aleja de reconocer el presente, en
el cual vivimos y del cual, hemos de integrar en su aprendizaje. Sin darnos cuenta de la gran importancia, de
basar nuestras experiencias en el momento presente, nos vemos constantemente
arrollados, por los diversos factores que emergen, de un despertar el cual, se
representa a si mismo según el propio, ciclo de aprendizaje en cuestión. Las
variables de una mente, se reflejan a sí mismas, como una constante presencia,
a través de la cual intentamos reconocer, los cimientos que han constituido
nuestras vidas, hasta el día de hoy. De la misma forma, que una mente regente
en Aries, puede pensar en conseguir todo, a toda consta por su exceso de ego,
una mente en Aries, mas trabajada a nivel personal, reflejara sus experiencias
a través de los ciclos naturales, en los que llevar a cabo sus propias
experiencias. Este es el aspecto de dualidad, que refleja una mente
desarrollada, o una mente en proceso de desarrollo. Una percepción real, de lo
que sucede en nuestras vidas, es la constante influencia del Ego, el cual se
refleja en todos los seres humanos del planeta, desde el principio de los
tiempos.
Oriol,
gracias por su lectura y difusión.
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