Oriol
-290316-
-LA DISCORDANCIA, Y LA CONFIANZA-
Oriol, Escritor y
Terapeuta.
¿Que representa en nuestras vidas, no llegar a tiempo o avanzarnos a los acontecimientos?, para empezar una desarmonía a nivel del nuestro propio centro. De muchas formas, intentamos ser capaces de gestionar nuestras posibilidades, cuando a mayor gestión de estas, más amplio se hace el agujero por donde perdemos, nuestras propias energías. Si no emprendemos un camino de comprensión, de toda desarmonía interna nos exponemos, a no presenciar ese equilibrio propio, en nuestras propias vidas. Una representación clara de ello, sería el llegar siempre tarde, donde realmente se ciñe un horario. La razón de esto, se puede reflejar al no prestar la atención necesaria, a lo que realmente forma parte de nuestras vidas. Aun así, experimentamos esto con naturalidad ya que, nuestras mentes inferiores, creen más importante gestionar otras cosas.
Hemos
de aprender a gestionar nuestras experiencias, y de esta manera no dejarnos
llevar por, esa parte de sí mismos que nos hace actuar, bajo su control. Si es así,
estaremos perdidos. Esta parte de sí mismos, podría llamarse “discordante” ya
que somos seres humanos, y vivimos en la Tierra, junto con otros humanos/as que
actúan, con nosotros. Esto nos hace experimentar, una serie de actitudes y
comportamientos, que hemos de llevar a cabo con otras personas, que de la misma
forma que estas, actúan en nuestras vidas. Os puedo asegurar, que nada que
experimentamos en la Tierra, ocurre por azar. Por el contrario, todo tiene una
explicación la cual esta fuera, de esa versión limitada de sí mismos.
Sin
prestarle atención a esto, actuamos de forma natural como si esto fuera normal,
(alejándonos de la responsabilidad) que representan nuestras experiencias como
humanos. ¿Fijémonos con todo lo que nos rodea?, ¿ya veréis como actúa, este
patrón discordante del que os habló? Vivimos dentro de un cuerpo físico, al que
ni siquiera le prestamos atención. Por el contrario, le damos más importancia a
lo que piensen los demás, (de nosotros mismos) que lo realmente importante,
para nosotros. También se puede representar, esta información a través de
personas muy, crecidas de su propio ego. Lo cual reflejaría la parte opuesta, a
lo que os estoy mostrando.
Pregunta
para todos: ¿Realmente cuidamos nuestros cuerpos, como se merecen?, ¿o le damos
demasiada importancia?, o tal vez, ¿no le damos más importancia ya que, existen
cosas más urgentes e importantes, que tenemos de gestionar?, aquí está la forma
de ver la realidad de cada uno, y el grado de importancia que le da a su propia
vida. Nuestros cuerpos, son esos templos que tienen que sostener, la salud para
tener una vida favorable. Aun así, seguimos actuando como si de nada se
tratara, incrementando así las posibilidades de no avanzar, a través de una
trayectoria no favorable para nosotros.
Es
cierto que cada personalidad es totalmente diferente, pero esto no nos impide
reconocer una serie de actitudes, para representarlas dentro de un conjunto, al
que pertenecemos y del cual, hemos de tomar consciencia. Voy a exponer uno de
los aspectos más sólidos, para que esto pueda ser llevado a cabo. Este es la
Confianza. Mientras exista en nosotros una sensación “discordante”, esta
impedirá que nada, pueda ser llevado a cabo, en su preciso momento en el
instante adecuado. De la misma forma, que esas personas que llegan 30 minutos
antes a una cita o reunión, estás también representan una falta de Confianza
importante, a la hora de sentirse seguras de sí mismas.
Recuerdo
a mi madre que siempre me decía: -todas las masas pican- y que razón tenía. A
lo largo de mi aprendizaje, he sido testigo de las obras de la providencia. De
la misma forma, que he reconocido las energías del Karma, como un pronto pagó
de las elecciones humanas. Si nos adentramos, en sí mismos y somos capaces de
liberar, nuestros propios egos inferiores, estos dejan de actuar a través
nuestro y empezamos, a sentirnos que formamos o parte del mundo, que residimos.
Todo tiene que ser, vivido en su momento adecuado sin representar, una sensación
de no seguridad o falta, de confianza personal. Solo así, seremos capaces de
comprender, que todo está en su debido lugar.
Aun
así nos resistimos, a comprender y experimentamos así esa constante
“discordancia”, en nuestras propias existencias. Dejémonos de creernos el centro
del mundo, y empecemos a formar parte de este, ya que si todas las piezas o
engranajes de un reloj, funcionan perfectamente el reloj marca la hora, con
precisión y acierto. Como si de la mente inferior se tratara, esta refleja su
propia conducta a través de lo que sucede, cuando en realidad, esta misma nos
aleja de experimentar ese centro, personal del que os habló. Todo está en su
propio lugar, tan solo que cada uno de nosotros, lo que hemos de aprender a
gestionar, y de esta forma no achacarlo a que somos diferentes, o al típico
patrón mental 3-D el cual se muestra, con la frase: es que no me entienden.
Tendríamos
que ver la espiritualidad, como la manera más sencilla de vivir nuestras
propias experiencias, aquí en la Tierra. Esta no sólo nos ayudaría a nosotros,
sino que favorecería a todo lo que rodea. De esta forma, nuestras propias vidas
aquí en la Tierra, representaría todos y cada uno de los aspectos, que
representan a la mente humana. Esta se extiende mucho, una vez somos capaces de
adentrarnos, en esa seguridad que tan solo, puede fluir de nosotros mismos, una
vez actuamos desde el centro. Si realmente queremos cambiar algo, hemos de ser nosotros
mismos lo que llevemos ese cambio a cabo, para ser capaces de poder ser
realizado.
Si
no existen objetivos o metas, (en nosotros) las cuales nos veamos capaces de
realizar, (sin la intervención del ego inferior) no seremos capaces nunca, de
dejar de experimentar esa constante de “discordancia”, la cual nos aleja del
centro y de nuestra expresión como mentes, desarrolladas en la Tierra. A
medida que esta forma parte de nuestras
vidas, no tan solo comprendemos de qué forma trascenderla, sino que adoptamos
una versión más desarrollada, de nosotros mismos con la cual, favorecer
nuestras propias experiencias y las de los demás. Feliz travesía de aprendizaje...
Oriol gracias por su lectura y difusión.
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