Sin darnos cuenta de ello, nos adentremos en las aguas del signo de Cancer, donde vemos florecer en su mayor esplendor las energías que nos rodean. Abrámonos paso a experimentar la transformación que nos regala este Reino Solar, y participemos de sus cualidades las cuales nos hacen experimentar magnetismo y atracción. Es de esta forma, que Cancer nos abre las ganas de salir y de abrirnos paso a lo nuevo mientras nos muestra una verdadera impresión, de ser cuidadosos y de presenciar que las cosas conseguidas hasta el momento no dejen su posición, y sigan instauradas en el propio lugar que las hemos dejado. La protección de los regentes de este signo, en muchas ocasiones es obsesiva cuando nos habrá de una liberar en todas sus expresiones.
Nos sentimos renacidos, en una
transformación de nuestras existencias sin lugar a duda que nos hace respirar
un nuevo aire. Esta es la razón de mantener la cordura y no dejarnos llevar por
las “aguas desenfrenadas de Cancer” las cuales nos pueden hacer vivir una
experiencia, de la que tardaremos mucho tiempo a ser partícipes de olvidarla.
Mientras tanto, se nos hace participes de emprender ese modificar nuestras
experiencias, y de adquirir nuevos hábitos con los cuales compartir nuestras
existencias. Abrirse paso a los demás, es ser partícipe de no seguir
escondiéndonos y de avanzar a través de ser quienes somos, con la seguridad de
estar en el momento adecuado en el instante perfecto. Esto tan solo lo elegimos
cada uno, ya que es nuestra propia percepción.
Ante todo, hemos de ser
conscientes de las aguas de Cancer a través de la efusiva comprensión, de su
opuesto Regente Lunar Capricornio. Adentrémonos en su perspectiva y seamos
conscientes de que la Luna en Capricornio nos hace participes de una situación
de experimentar fuera de todas esas limitaciones, que le refleja su Regencia
Solar. Aun así, estar en oposición con Cancer nos hace experimentar el
contemplar que este renacer, es temporal y que no todo lo que experimentemos
durara eternamente. Así que Capricornio nos muestra la cara más real de las
situaciones a través de hacernos participes, que un arrebato o una desilusión
pueden ser factores desencadenantes de un torrencial de agua en este tiempo.
Aun así, seamos participes de que
estamos en un momento de transcender esos aspectos o limitaciones que nos han
podido estar oprimiendo durante estas últimas semanas. Es un momento crucial
para darnos cuenta realmente de que este inicio del verano nos hace vernos bajo
las energías de los signos de Cancer/Capricornio para establecer en nosotros,
(dependiendo de nuestra propia regencia solar) todas esas
herramientas/conocimientos/sabiduría para volver de nuevo a despertar esa magia
interna que nos representa. Es el momento de sentir esa presencia en nosotros
que nos hace resurgir, de todas esas cenizas que ya no forman parte de nuestras
existencias.
Esta es la razón de estar en sí
mismos, y presencia en las aguas de Cancer el sentir realmente ¿hasta qué punto
nos conocemos así mismos?, ¿hasta qué nivel de nuestro interior hemos sido
capaces de acceder? Y una vez estas preguntas sean contestadas, podemos
emprender esa verdadera auto realización de saber en qué nivel nos encontramos
de nuestra evolución. Sintamos las afluencias del eclipse Lunar para ser partícipes,
de que lo que teníamos que cerrar en nuestras vidas lo hemos cerrado, y que los
únicos lazos emocionales que nos puedan quedar serán esas secuelas de energías
que hemos de integrar, para que una vez las aguas de Cancer hayan cumplido su
Regencia Solar sean arrastradas y nos las experimentemos nunca más.
Oriol
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