~Jim Self - Seminario: El Punto de Inflexión~
Este seminario del 14 de enero tiene dos partes, la de "explicación y meditación guiada", y otra de "preguntas" de los participantes con las respuestas de Jim Self.
Aunque es extenso, he traducido también esta segunda parte, porque algunas preguntas me parecieron muy interesantes.
Afectuosos saludos de Cris
-.-.-.-
Seminario Online de Jim Self – Mastering Alchemy
El Punto de Inflexión
¡Hola, bienvenidos! Qué bueno estar aquí.
Entonces, ¿cómo se está desplegando tu vida? Este es un nuevo año, un nuevo período de tiempo, una nueva película en que actuar, ¿cómo se despliega tu vida? Es un lugar interesante, este en que nos encontramos, y en este lugar interesante encontramos asombrosas oportunidades. Oportunidades realmente asombrosas. La cuestión es si las puedes ver, y cómo te sostienes para ser capaz de engancharte en ellas si es que sí las ves. Entonces este espacio en que jugamos, o este punto en que jugamos, es un punto de inflexión, un punto crucial. Algo está cambiando la realidad a tu alrededor, y tal vez en tu realidad.
Entonces, antes de empezar, quiero dar la bienvenida a todos. Hay aquí un montón de gente cuyos nombres nunca vi antes, muy lindo tenerlos aquí. Hay mucha gente cuyos nombres ya he visto antes, muy lindo verlos aquí. También muchos de ustedes están jugando en este ejercicio que llamamos Banco del Parque. Si tú estás jugando en ese ejercicio, vamos a construir en torno de lo que sucedió en el episodio último. Y si no estás jugando en el Banco del Parque, vamos a construir alrededor de algo que simplemente te permita jugar en un lugar que empieza a crear una oportunidad para empezar a mirar estas oportunidades.
Este punto de inflexión en que nos encontramos... ¿qué es realmente un punto de inflexión? Cuando uno se da cuenta de que algo no es lo que creía que era, está en un punto de inflexión. Estamos en un punto de inflexión. Pero ¿puedes reconocerlo? Desde el punto de vista de ser capaz de observar que algo está cambiando en tu realidad. A veces nos sumergimos tanto, nos envolvemos tanto en lo que estamos haciendo, lo que pensamos, lo que creemos, que no vemos ese punto de inflexión como se presenta.
Pero este lugar donde estamos jugando ahora, tiene muchos puntos de inflexión ocurriendo. Entonces veamos si podemos explorarlo, jugar con él en un nivel de energía, ¿cómo empiezas a permitirte reconocer que estás en un punto de inflexión? ¿Y qué haces con esto? Y es una experiencia interesante. Doy un ejemplo: hay una inversión bursátil en que yo estaba jugando y fue bien pensada. Y fue comprada en un tiempo razonable, y llegó un punto en que todo tendría que haber sucedido según fue observado, y no fue así. No sucedió como se suponía que debía suceder. Y de pronto, en lugar de ver una inversión moviéndose hacia arriba y más arriba, y decir, esto es grandioso, fue una buena decisión, estoy ganando algo de dinero. En este ejemplo, de pronto no estaba ganando dinero, de pronto no estaba ganando mucho dinero, y no era una de esas inversiones en que uno pierde lo que invirtió. Fue una de esas inversiones en que, hasta que uno sale de ella, donde sea que salgas, eso es lo que debes.
Entonces yo me arriesgo; y en ese proceso hay un lugar donde muchas veces, en ciertas circunstancias – piénsalo para ti mismo - ¿alguna vez has estado en circunstancias así? No digo con dinero o acciones de bolsa, sino algo que debiera haber sucedido de esta manera y no lo hizo.
El lugar clave en que vamos a jugar aquí es: ¿cómo ves tú la circunstancia en que estás? ¿Lo haces desde un lugar de pánico, un lugar de miedo? En la realidad 3D: “Oh, no, esto no debía suceder”, uno entra en un estado de ansiedad. ¿O eres capaz de reconocer que algo está pasando, y dar un paso atrás? Re-evaluar dónde estás, no dónde estabas, ni dónde quieres estar; dónde estás. Y muy a menudo, si estás realmente prestando atención, vas a ver venir ese punto de inflexión y serás capaz de responder a él antes de que realmente tenga lugar. A veces te quedas atrapado en eso porque no estás prestando atención o no estás observando, y desde el lugar en que ahora estás parado ¿cómo se maneja esta situación?
Muchas veces, si fue bien pensado, muy a menudo es simplemente algo que pasó, repentino pero no duradero, y la capacidad de decir, estoy bien, y voy a ver de acompañar esto; se convierte en una elección.
Pero donde estamos jugando, en este espacio cambiante, este punto de inflexión en que nos encontramos a nivel espiritual, cambiando desde una realidad 3D que tiene que ver con la dualidad, y bueno/malo, correcto/equivocado, debiera/no debiera, y expectativas. El espacio en la quinta dimensión empieza a cambiar muy significativamente. Una cosa que pasa es la capacidad de aquietarse y sencillamente empezar a reconocer que desde este espacio yo puedo poner intención, y aquello en que pongo intención, viene a mí. Muy diferente de la 3ª dimensión.
Pero con objeto de llegar a ese lugar, para poder observar la oportunidad, observarla mientras se despliega, es un lugar de estar en quietud, un lugar de neutralidad, un lugar de reconocer estas alineaciones dentro de ti. Para todos los que juegan en Mastering Alchemy, esto es simplemente las alineaciones de las nuevas herramientas, la capacidad de encontrar el sentimiento de certidumbre, o de ser capaz, misericordioso, de titularidad, y luego desde esta vibración simplemente preguntar qué te gustaría que suceda.
En esta transición, en este punto de inflexión, lo que acabo de decir es realmente muy sencillo. Es ir de un lugar de pasado y futuro, un lugar de debiera/no debiera, bueno/malo, correcto/equivocado, de necesitar que ellos me den su aprobación, hacia un lugar que es considerablemente más tranquilo que te permite preguntar: ¿cómo me gustaría disfrutar? Un enorme punto de inflexión.
Excepto que la mente racional, y el impulso del juego tridimensional en que jugamos y del que estamos saliendo, es bastante intenso. Aun si puedes llegar a un lugar de quietud y oír la diferencia entre debiera/no debiera, correcto/equivocado, bueno/malo, simplemente poner intención, extender la mano y la manzana aparece. Es un medio muy, muy diferente de entrar en la percepción que te gusta para introducir el bienestar. Toma una respiración.
Y solo escucha, por unos pocos momentos más, jugaremos aquí y empezaremos a desenredar algo de eso de debiera/no debiera, en un momento, y crear un punto de observación, un lugar de pausa, un lugar de neutralidad, para estar en ese punto de inflexión, y luego observar y entrar. Este punto de inflexión tiene complejidad, solo si no entiendes la complejidad. Una cosa que este punto de inflexión va a hacer funcionar es una gran Rueda de Vuelta al Mundo. Un juego donde los niños se sientan en los caballos y eso da vueltas y vueltas. Y hay un punto de entrada, y todos hacen fila en ese punto de entrada. Pero hay otro punto de entrada, porque en la Rueda que da vueltas y vueltas, hay una cerca para que los niños no se caigan. Y luego cuando se detiene todos pasan por la puerta de esa cerca. Pero para poder bajar del carrusel vienen y te dicen lo que has de hacer. En el carrusel solo hay una salida, pero una vez que te bajaste, hay otra cerca para volver a salir al mundo.
Y muy a menudo esas dos cercas, esas dos puertas, esos dos puntos de entrada no están alineados. Estoy ansioso por subir, o estoy ansioso por salir, pero hay un punto de pausa que dice sencillamente cuándo entro o cuándo salgo. Solo considera eso. Suele suceder que solo es cuestión de estar en tiempo presente y observando, en lugar de reaccionando o respondiendo, necesitando, queriendo, inclinándote, o “apúrate, tengo que seguir.” Solo toma un momento y evalúate a ti mismo. Nada de enjuiciar, por favor. ¿Cómo observas este punto de inflexión, este mundo girando a tu alrededor?
Ahora bien, el mundo que gira a tu alrededor va a mirar alrededor; hay un montón de cambios ocurriendo. Y muchos de esos cambios están en acuerdo con él, y muchos no están en un acuerdo. Eso es la dualidad. Y cuando juegas en el juego de la dualidad, muy a menudo te mueve desde un punto de observación a otro; de una emoción a otra, de un juicio a otro; un correcto o un equivocado.
Pero si empiezas a reconocer – te ubicas en un lugar de quietud – y reconoces que eso de por sí es una película. Nos referimos a las películas en el banco del parque, la semana pasada. Una película. Yo estoy en mi película; esta es mi vida. Esto es lo que yo creo. Así es como funciona. Ellos son buenos. Ellos son malos. Esto es una verdad. Pero cuántas de las acciones dentro de esa película en que estamos – película cotidiana - ¿cuántas de esas acciones te apoyan para el bienestar? ¿Cuántos de esos momentos de tu día contribuyen a algo que sea un mejor momento de tu semana? ¿O de tu mes, o de tu vida? ¿O solo son movimientos repetitivos que hacemos en esa película?
Ahora, hago una pausa, y tú nota si lo que estoy diciendo tiene sentido aquí. Verás, lo interesante de esta película, en gran medida no es realmente la película para la que nos inscribimos. Ahora bien, suavemente. “Vine aquí para casarme y tener hijos y tener esto otro, y tener un buen trabajo,” y tal vez tienes algo de eso, pero algunas otras partes de la película no vinieron junto con eso. Y luego, tal vez así es como empezó, pero no es así como se está desarrollando, y tú dices “¿Cómo llegué aquí?”
De muchas maneras, siempre está en movimiento, pero nos ubicamos en una posición en que no observamos el movimiento. Por nuestra ventana se ve una montaña fabulosa, el Monte Rainier, en el oeste de Estados Unidos, y se ve desde nuestra ventana, y hace un minuto, se estaba poniendo el sol, y estaba de un rosa intenso y anaranjado, en la cima de la montaña. Y las nubes se volvían anaranjadas, y yo dije, “Roxane, tienes que ver esto.” “¡Estaré allí en un minuto!” “Oh, Roxane, ¡pero tienes que ver esto!” “Estaré allí en un minuto” Y eso hizo, vino aquí en un minuto. Solo que el rosado no era ese rosa vibrante, había cambiado ligeramente. Oh, era muy bello, pero no era la belleza de un minuto atrás. ¿Cuán a menudo nos movemos por la vida sin hacer una simple pausa? Esta es la película en que estamos; no la película que intentábamos, pero está cerca, o tal vez no está cerca en absoluto. Recuerda un minuto: ¿Qué fue lo que me dispuse a hacer?
Si recuerdas lo que te disponías a hacer. No hablo de lo espiritual, ni de por qué viniste a entrar en el cuerpo, no; solo hablo de lo cotidiano. Pero si sales un poquito más, en esos círculos concéntricos, a veces vas a ese círculo concéntrico y justo al centro, y la vida es tan intensa y tan enfocada, y eso es todo lo que hay, entonces no ves realmente qué hay en los otros círculos concéntricos; tan enganchado, “tengo que ocuparme de esto”. Hemos sido testigos de eso en las semanas que pasaron, en términos de cómo la gente se da cuerda con las cosas; no es malo, no es bueno, no hay correcto ni equivocado, no hay lado bueno ni lado malo; enroscados. Pero hay tal concentración que perdemos de vista los otros círculos concéntricos. De modo que toma una respiración y relájate. Justo eso: relajar el cuerpo. Otra respiración.
Justo en esa respiración, notas que el color de la montaña ha cambiado, solo en una respiración. Un poco más relajado; relajando el cuerpo. Es una fracción de segundo, realmente un segundo. Puedes tomar otra respiración y relajarte un poco más. Y aquí mismo, toma conciencia de ti mismo sentado en esta silla. Ninguna de las cosas que hiciste antes, en los diecinueve minutos previos, vinieron a esta silla. Tú estás sentado en esta silla, con los ojos abiertos; puedes estar justo aquí, cómodo. Y permítete observar tu película, sin juzgarla, ya sea correcta o equivocada, rica o pobre, nada de eso. Solo estás justo donde estás. Y una respiración más.
Ahora bien, lo que pasa es este punto de inflexión, este cambio, desde este juego tridimensional con montones de círculos internos, montones de bueno/malo, de correcto/equivocado, de esto se trata, y esto es lo que yo debiera... solo permite eso, y toma una respiración, permítelo, pero establécete justo aquí. Suéltalo; está allí, pero no estás enganchado en eso.
Este juego tridimensional es muy electromagnético. Para hacerlo sencillo: los pensamientos son eléctricos y las emociones son magnéticas. Y cuando empezamos a tener un pensamiento sobre bueno/malo, correcto/equivocado, empezando por ahí, “eso no es donde se supone que uno esté, y alguien tendría que estar haciendo algo, y ellos no hicieron esto bien”. Empiezas por tener un pensamiento, y luego empiezas a tener una emoción “esto no está bien; alguien tendría que arreglarlo; por qué están haciendo eso”. Y luego lo piensas otra vez, “ellos tendrían que haberlo arreglado, tendrían que haberlo hecho”. Lo que sucede es que tienes un pensamiento, un pensamiento puramente eléctrico, y luego tienes una emoción: “esto no está bien”. Y luego empiezas a pensar ese pensamiento una y otra vez, “¿qué le pasa a esa gente? ¿por qué hacen eso? ¿cómo es que hacen eso? Eso no es cosa buena. Debieran saberlo.” Etc., etc.
Y empiezas a envolver ese pensamiento alrededor de ese imán, y ese imán – ahora un electroimán – empieza a volverse más intenso, y el pensamiento se convierte en un juicio, una opinión, un bueno/malo, ellos/nosotros. Y pronto ya no recordamos cómo era antes de que ese pensamiento y esa emoción me invadieran. Otra respiración.
¿Cuántas veces has pensado un pensamiento, te quedaste envuelto en la emoción, y te sentiste realmente incómodo en tu cuerpo, realmente tenso, enojado, “¿por qué ellos no hicieron esto?” Pero ¿alguna vez lo soltaste? ¿Alguna vez lo superaste? O dijiste, “Ok, no voy a preocuparme por eso, voy a seguir adelante”. Pero ¿alguna vez lo soltaste? ¿Alguna vez limpiaste ese pensamiento electromagnético? Y algo que puede pasar, algunos años más tarde alguien dice “No me gusta esto. ¡Ellos no debieran hacer eso! “Y de la nada viene un “¡A mí tampoco! Eso realmente no está bien”. No se trata de la nueva experiencia; se trata de la vieja experiencia. Ahora, otra respiración. 6s
Porque donde estamos ahora, no estamos sentados en aquel espacio; estamos mirando a aquel espacio. Pero no estamos en el espacio de "“estoy enojado”. Oh, tal vez esté bien por debajo de la superficie, pero aquí mismo, sentado en una silla y relajado, lo estoy mirando desde el espacio en que estamos sentados, permitiendo que sea lo que sea, pero la historia de como yo he rastreado emociones hacia mí, si lo miramos desde las energías 3D de cómo crecemos, de cómo aprendemos, de qué está bien o mal, si hubiéramos estado allí en este momento, estaríamos muy enganchados. Si puedes reconocer que estás cómodamente sentado, relajado, no enganchado, la razón de abordarlo desde este punto de vista es simplemente estar en este bienestar de 5ª dimensión, sin engancharse en correcto/equivocado, solo estando aquí sentado observando estos puntos de atención: es un punto de inflexión.
Estamos simplemente en un espacio en que podemos permitir que esto esté allí por un momento y a medida que empiezas a estar relajado, cómodo, - usaré otra palabra: neutral – si puedes estar neutral, – neutral es una gran palabra -, pisas el acelerador, todo hace ruido pero nada va a ningún lado. Desenganchado. Entonces toma una respiración y estás neutral. Encuentra “neutral”.
Mira un poco tu vida, el tiempo actual, la película, en que vives uno y otro día, y encuentra algo sobre lo que tienes una opinión. Ahora bien: no vayas a eso; solo encuentra algo de lo que tienes una opinión. “¿Por qué hacen eso? No está bien. Están equivocados.” Encuentra tu opinión. Y ¿puedes tomar una respiración, y permitir tu opinión, solo mirar tu opinión, y puedes estar neutral?
Ahora bien, eso no es una declaración de perdonarte a ti mismo, soltar, no; es simplemente que está allí, que tienes esa opinión. Pero vas a mirar a tu opinión sin la carga electromagnética que pone incómodo a tu cuerpo, que te pone tenso. Neutral. Haces que se relaje el cuerpo.
Llamemos a esto círculos concéntricos. Allí mientras miras esto, allí donde estás ¿existiría esto? ¿estaría inquieto sobre esto, tendría una opinión al respecto? Reconoce que, de cierto modo, te apartaste de eso, que te moviste a un círculo concéntrico más amplio. “No estoy tan alterado; estoy neutral.” Está allí, existe, si doy un paso podría tener esa opinión.
Pero aquí mismo, en neutral, simplemente saliendo de la película hacia un círculo concéntrico más amplio, estoy permitiendo que eso esté allí, esa respuesta, esa carga, lo permito. Toma una respiración. No lo estás reparando, no lo estás sanando, no estás discutiendo con eso, solo le permites que esté allí.
Y reconoce que estás conciente de lo que es, pero no estás enganchado en la emoción. No hace falta pensar mucho. No estás enganchado en si está bien o mal, o si ellos son buenos o malos, simplemente aquí mismo estoy conciente de la circunstancia y la estoy observando. No hay ningún pensamiento real al respecto, solo la observas.
Ahora bien, aquí mismo donde la estás observando, sin arreglarla y engancharte en ella, con solo mirarla, ¿hay un sentimiento diferente o no hay sentimiento? Neutral. Otra respiración. Ahora bien, para el neutral, mira esto: sosteniendo ese sentimiento que estás mirando, de que algo no está bien, si no tuvieras ese sentimiento, ese enganche, esa opinión, ese enganche electromagnético, ¿sería posible que mires esto de manera diferente? Es solo una pregunta: ¿sería posible? Y la segunda pregunta: ¿es importante para ti sostener ese pensamiento y emoción electromagnéticos? ¿Es materia de tu película? O tal vez es el punto crucial de tu película. ¿Es esa la película en que quieres vivir tu vida? Solo una pregunta; no es una emoción. ¿Qué tal si con una varita mágica moviéramos ese punto de atención fuera de la mesa? ¡Se fue! Simplemente no es parte de tu película. Una respiración más.
Nota lo que recién hiciste, lo que estás haciendo. Este es un trabajo, estamos jugando en un trabajo, estamos creando un punto de referencia que tal vez es diferente del punto de referencia con que me suelo manejar. Si pudieras mirar a las cosas que suceden en tu película desde este punto de referencia de observarlas desde lo neutral, reconociéndolas sin adherirles la emoción, y luego evaluando: ¿Cómo me gustaría engancharme en esto? Puede que elija no engancharme. Puede que yo decida, “Bueno, esto no tiene ningún valor en absoluto en mi vida. Solo me absorbió.”
Ahora bien, solo estás observando, desde lo neutral. Otra respiración, y encuentra una sonrisa. Realmente simple: solo una sonrisa. Y nota que al encontrar la sonrisa, hay un cambio; has cambiado los puntos de atención.
Ahora mira a esa película en que vives un día tras otro, sin juzgar, pero desde este lugar neutral, sonríe. Si hay una manera de cambiar y salir de esto, ¿qué tal si abordo mi día de modo ligeramente diferente? Es solo una pregunta: ¿qué tal si abordo mi día de modo ligeramente diferente? No se necesita una respuesta; solo nota cómo se sentiría eso, tu primera percepción conciente. Sin seguimiento, sin repararlo. Solo una pregunta sencilla: ¿qué tal si abordo lo que está ante mí de manera diferente? Diferente no significa que destruyes lo que está allí; diferente no significa que pintas a nuevo tu casa, porque eso sería lo que hay que hacer, es simplemente ¿qué tal si abordo esto de modo diferente? ¿Conseguiría un resultado distinto que yo pudiera disfrutar? Podría tener esta sensación de sonrisa en una base prolongada. ¿Qué tal si tuvieras la sonrisa todo un día entero? Oh, bueno, ¿qué tal sonreír toda una hora? ¿Qué tal sonreír todo un minuto completo? Espera. ¿Qué tal si pudieras simplemente sonreír? ¡Otra respiración!
Ahora bien, si notas que estás empujando en contra, pensando, racionalizando, ya sea que estés saltando al futuro - ¿cómo voy a hacer esto de modo diferente? – eso no es lo que estamos haciendo. Toma otra respiración. Neutral. Presente. Sonríe. Solo considera: ¿qué tal si yo pudiera hacer de esto mi experiencia de cada minuto, cada segundo, cada hora? Y la cuestión no es ¿qué tal si tuvieras un millón de dólares? La cuestión es: ¿qué tal si pudieras hacer esto realmente simple? Un pie; el próximo paso. Toma una respiración y simplemente estás justo aquí y capaz de pensar – no, no, no. De sonreír, estar en neutral, en este próximo segundo. Luego en el segundo siguiente. Y luego te ríes de ti mismo: Oh, puedo hacerlo. Cuatro segundos. Sonríe. Una simple sonrisa. Neutral. Podrías encontrar que justo aquí hay un “me gusto”. Sonríe. Ahora bien, puedes estar consciente y darte cuenta de esta sonrisa en tiempo presente y nótala desde el punto de vista de ¿me gusta esto? ¿Es cómodo?
Si yo pudiera entrar a cada uno de mis segundos siguientes desde el anterior, sin importar qué esté pasando dentro y alrededor de mí, ¿sería este punto de referencia diferente del segundo a segundo generalmente inconsciente, experiencia que tengo diariamente? Permite que haya luz. Recuerda lo que dije hace un minuto: estamos trabajando, no solamente hablando.
Verás, este punto de inflexión gira alrededor de esta capacidad de estar neutral, conciente, presente, y luego sencillamente elegir una acción. No dice: “repite todas las otras acciones”; dice. “haz algo que te dé una sonrisa en esta próxima acción.” Otra respiración.
Ahora bien, justo aquí, está cambiando porque estás en un campo vibratorio diferente, básicamente creando un punto de referencia que es naturalmente cómodo para ti, versus donde hemos crecido, creando un punto de referencia que me tiene como en guardia, o inconsciente. Luego conformarse y luego repetir. Puede que no esté hablando de ti, pero probablemente conoces a alguien que encaja en esa descripción.
Y la cuestión respecto a este punto de inflexión es que simplemente está disponible ahora, siempre disponible. Oh, tal vez siempre estuvo disponible, pero con bastante más trabajo que ahora. Verás, las restricciones que han sostenido en su lugar a esa tercera dimensión, esa dualidad de bueno/malo, correcto/equivocado, debiera/no debiera, en un tiempo lineal ellos dijeron... Ves, cuando llegas a este lugar en que puedes pausar y mirar, lo que empiezas a reconocer es que mucho de eso se está desmoronando, mucha otra gente está en su película. Pero su película no es tu película. Y a medida que eso se reconoce más y más, nos volvemos más y más conscientes en este espacio que estamos convirtiendo en algo así como un estado de bienestar, la capacidad de empezar a sonreír, reconocer “tengo una opción diferente”, está en la pausa, no está en la reacción.
Entonces, aquí mismo, toma conciencia de tu película, de lo que haces todos los días, ni bueno ni malo, una película ni buena ni mala. Pero hay una oportunidad, tal vez mañana, o esta noche, o en el resto del día, cuando termines aquí, ¿hay una oportunidad para simplemente justo aquí, poner intención en hacer una cosa que te brinde alegría? Diferente de como haces otras cosas. Y podría ser tan sencillo como “Tengo que limpiar el baño, porque se supone que lo haga.” Versus: ¿No sería lindo limpiar el baño y verlo realmente lindo y limpio? ¿Cómo entras en una acción? la cuestión de esto es que es simple, pero lo simple no es fácil todo el tiempo.
Pero aquí mismo, en esta pausa, relajado, sonriente, una respiración más profunda. Me gusto. Si puedes estar allí podrías notar que hay una fortaleza, como que el cuerpo se alinea de modo diferente. Interesante: haciendo una clase de yoga, el instructor dice,” pon las manos aquí, inclínate hacia acá, ¿estás respirando?” Oh, me olvidé. Estaba tan ocupado adoptando la posición que olvidé respirar. Tan pronto como tomé conciencia de tomar una respiración, la posición se volvió considerablemente más sencilla. Ahora bien, otra respiración.
¿Puedes estar un poco más consciente? Un poco más cercano dentro de ti mismo, un poco más firme adentro. Muy consciente. Dándote cuenta. Y luego hay un lugar llamado Mente Superior. No es solo el cerebro. Es un lugar donde simplemente intentas estar en la Mente Superior. Una respiración. Se vuelve tranquilo, enfocado, es como si el sonido se aquietara. La Mente Superior.
La Mente Superior está realmente en el corazón; no en la cabeza. Cuando pones tu intención en la Mente Superior, algo cambia dentro de ti. Intenta y siéntelo. Luego en este espacio, la Mente Superior, hay una fuerza, una claridad, una curiosidad – “¿cómo funciona esto?” - curioso. Pero no es necesario pensar. Es estar en quietud, y luego relajarse nuevamente. Quietud. Relajado. Esto es un poco diferente. Y si estás justo en el centro de tu cabeza ten la sensación de mirar alrededor, como si los ojos miraran alrededor – ojos cerrados. Muy presente. No mirando lejos, sino simplemente permitiéndote estar neutral. Luego la próxima respiración, una sonrisa.
Verás, vivimos en esta película, la película que experimentamos cada día, y la aceptamos generalmente como “esto es lo que hay”. Al entrar en esta Mente Superior tranquila, neutral, relajada, realmente vas a entrar en una película más grande, con más percepción, más capacidad para poder observar y elegir de manera diferente, entonces ese espacio creativo electromagnético que habíamos creado porque “esto es lo que hay, esto es mi vida”, y de algún modo en esa creencia repetitiva inconsciente, hábito repetitivo (“esto es así, esto es así, esto es así”) nos olvidamos de detenernos y recordarnos a nosotros mismos. Mente Superior, justo en el corazón. Para llevarte a un espacio de mayor quietud. El espacio a tu alrededor se vuelve más grande, tiene oportunidad. No necesariamente visible, pero sí presente. Suele ser “Oh, yo podía hacer esto.”
Pero cuando empiezas a estar aquí más a menudo, hay otro aspecto. No es solo “oh, yo podía hacer esto”; en este espacio, la dualidad, correcto/equivocado, nosotros versus ellos, realmente se está yendo – en este espacio. Hay mucha ayuda, hay mucha percepción conciente, a medida que empiezas a estar en una nueva película este “oh, nunca pensé que yo podría hacer esto” empieza a ser una exclamación frecuente.
Ahora bien, toma nota de ti mismo, relajado. Este es un espacio de trabajo. ¡Hum! Trabajo es la palabra equivocada. Simplemente estamos en un espacio desenganchado, neutral, relajado. Mente Superior. Y no estoy prestando atención al ruido de esta película donde estoy jugando.
Pero aquí mismo, encuentra ese espacio y gusta de él, sea lo que sea que gustar signifique para ti. Si pudieras tener este espacio como tu espacio para deambular, ¿te vendría bien? Hay una fortaleza, quietud, enfoque; no hay ansiedad, no estoy enganchado. Capaz de observar y elegir. Nota eso. No reaccionando. Reconozco que puedo elegir X o puedo elegir Y, aquí mismo. Podría elegir engancharme, podría elegir permanecer neutral. Solo nota estos puntos de atención. Y para muchos de ustedes que suelen jugar aquí, que han jugado por un par de años, esto suena familiar. No lo es. Oh, las palabras son las mismas, pero el campo de energía en que estás es nuevo. ¡Oh, nuevo! Es viejo, se está volviendo familiar de un modo que no ha sido así antes.
Quiero que te relajes, relájate una vez más. Solo relájate. Me gusto. Verás, en este campo de luz en que estás sentado ahora. las oportunidades que están presentes son oportunidades que conoces íntimamente, pero no de la película. Nosotros hacemos un poco de chistes al principio de Mastering Alchemy, los que juegan en Mastering Alchemy, sobre las cosas que hemos dicho a medida que empujamos hacia la línea de adelante. Empujar hacia la línea de adelante. “Envíame” le gritaste al Creador. “¡Creador, envíame!” Y hacemos bromas, porque el Creador dijo, “Está bien, si quieres ir allí, tienes que entender que te pondrás una bolsa en la cabeza, te olvidarás de quién soy, el Creador, y olvidarás quién eres tú. Y vas a revolcarte en ese espacio para tratar de encontrar el camino de regreso.” Y tú dijiste “Pero voy a ayudar a todos”. Y el Creador sonrió. “¿Cuán lejos tendré que entrar en esa oscuridad, para cumplir el propósito, ayudar a esa gente?”
Y el Creador sonrió. “Quédate inconsciente”. Tú sonreíste y dijiste: “Mira esto” Y saltaste del acantilado y volaste. Un poco tropezaste, pero volaste. Luego aterrizaste, y aquí estás. Olvidaste quién era el Creador. Más o menos, una sospecha. Y empezaste a jugar en el pensamiento, la emoción, creando un campo muy electromagnético. Oh, una película maravillosa. Otra respiración. Y has pasado mucho tiempo, chocándote, con esta bolsa en la cabeza, aprendiste una cantidad masiva, increíblemente exitoso, a pesar de lo que piensas. Y aquí estás, justo en el punto de inflexión.
En este espacio de neutral, relajado, tranquilo, sonriente, establecido en ese espacio de la Mente Superior, en el corazón, me gusto, de aquí en adelante esto empieza a ser contagioso, se siente bien, me gusto. Lo he hecho por largo tiempo, pero ese me gusto se siente muy bueno.
Pero el punto de inflexión no se trata solo de ti; se trata de todo el juego. Un aspecto del juego que va a ser impresionante, y te vas a quedar estupefacto, y asombrado, y luego dirás, “Oh, pero si yo recuerdo eso”, es este Cambio, esta transición, desde una experiencia tridimensional que se está desmantelando. Todo empezó justo aquí, en este planeta. Esa experiencia tridimensional – correcto/equivocado, bueno/malo, debiera/no debiera, nosotros versus ellos, etc. etc. – aún más grande, más profunda, ocupa galaxias, universos. Pero tú dijiste “Envíame a mí, adonde pueda hacer más cambios”. Y aquí estas tú. Y aquí está, y se está desplegando. Es espectacular. Se requiere algo de armado (N.T. integración). Simple, pero simple a veces no necesariamente es fácil.
Pero desde la última vez que hablamos, el solsticio de invierno, las enormes oleadas de luz, han empezado a crear una transición, un punto de inflexión. Mucho de ese pensamiento/emoción electromagnético se está simplemente neutralizando, como en este momento cuando te puedes traer a ese simple espacio neutral, de equilibrio, me gusto, hay una sonrisa. Veo el juego, veo la película, veo la película más grande, veo un montón de películas, pero no son mis películas. Y mi película es algo que yo puedo empezar ahora a salir de ella. Simplemente no sostengo mi atención sobre ese pensamiento y emoción, y engancharme en “esto es lo correcto”. No significa que no juegues allí, es que la oportunidad de jugar allí de modo diferente ahora está disponible. Otra respiración.
Y nota el sentimiento de “relajado”. Una vez más. Quietud. Sin pensamientos. Mente Superior. Está esa sonrisa. Y esa sonrisa está justo en el corazón. Y en ella hay un poder, una fortaleza. El poder no es para empujar y forzar. El poder es simplemente “Este es quien yo soy”. Tranquilo, relajado, la sonrisa. Ves, todas las piezas comienzan a encajar unas con otras. Y la vieja película empieza a ceder lugar a una película más grande. Aunque la película más vieja todavía se está reproduciendo, o está disponible, pero es como tener un escenario grande. “Puedo hacer más, puedo abordar esto de modo diferente, puedo permitir que algo de aquello continúe, pero no es allí donde deseo sostener mi atención.
Crea una intención, si así lo eliges: darme para mí mismo, tener para mí mismo. Eso no tiene costo para otros. Simplemente voy a empezar a permitirme tener para mí. Eso podría significar todas las cosas materiales. Pero aquí mismo puedo encontrar facilidad y belleza, quietud, y volverme consciente de observar el cambio de los colores mientras el sol se pone sobre la montaña, segundo a segundo. Puedo tener para mí. Puedo dar libremente a otros, pero puedo tener para mí. Punto de inflexión. Oportunidad. Todo empieza justo aquí, de este punto. Quieto, relajado, sonrisa. Observando, eligiendo, de un modo que simplemente crea bienestar.
Mueve los dedos de los pies, fíjate si todavía están allí. No cambies nada, solo mueve los dedos. ¿Puedes mover los dedos de los pies y todavía estar neutral? Sin mover tu punto de atención, ¿puedes mover los dedos de las manos? No alejarse para mover los dedos, sino simplemente darse cuenta de que puedes mover los dedos. Ahora bien, no se trata de pensar qué quieres en tu nueva película, aquí mismo se trata de estar en esta alineación para permitir que las oportunidades empiecen a presentarse. En la vieja película sales a buscar oportunidades. En la nueva película simplemente se presentan a medida que pones la intención. Sin inclinarse, sin trabajar, sin preocuparse, sin pensar, sin nada. Puedo permitir que estas oportunidades se presenten por sí mismas. Nota si puedes hacer esto con una sonrisa, y luego lo sueltas.
Ahora toma un minuto – literalmente un minuto – para estar en quietud, simplemente conciente de ti mismo, disfruta, permítete, y luego muy cómodamente quédate donde estás y siéntete completo, aquí mismo, y sin embargo no te vayas de aquí. Una respiración, abre los ojos, pero tómate un minuto.
Hay una sonrisa. ¿Puedes estar complacido contigo mismo? Muy simple; me gusto. No hay esfuerzo, no hay fuerza. Puedes respirar abriendo los ojos; simplemente estar aquí en este espacio. No hay que ir a ningún lugar, no hay nada que hacer, no hay nada roto, nada que reparar, estoy bien. ¿Puedes permitir que ese sea el caso? Estoy bien. Tengo “cosas”, pero estoy bien.
Este espacio en que estamos no es respecto a ninguna cosa; es estar en quietud y reconocerte.
Ahora bien, en relación a la película, y a la próxima película más grande, solo ¿cómo me gustaría experimentarme a mí mismo? Y luego permitir que eso llegue a ti. La cuestión es que esto no es una fantasía, no es una simulación, “¿no sería lindo?” Esto es las nuevas capas de esta consciencia multidimensional que tú conoces íntimamente como un ser. Y la conoces más íntimamente a medida que tomas la bolsa y la quitas de tu cabeza. No caer de vuelta en la otra película, donde empujas y sacudes, y discutes, y es ellos o nosotros, esto no está bien, donde la mayor parte de todo eso no tiene nada que ver contigo en absoluto. ¿Puedes empezar a notarlo? ¿Esto tiene algo que ver conmigo?
Expandiremos esto, más aún a medida que seguimos durante este año. Este es un sendero que está en construcción. Relajado, tranquilo, sonriente, observando, eligiendo como a mí me gustaría.
Lleguemos al punto de detenernos. Disfruten esto por un momento.
14 de enero de 2021
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar
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