Oriol -080515-
-EL
AMOR, Y EL EGO INFERIOR EN REALIDAD-
Existen
tantas formas de reconocer el Amor, que nuestra mente racional (representada
por la influencia de un tiempo lineal) nos impide constantemente, de llevarlas
a cabo. Dentro de un prisma lineal de realidad, (percepción tridimensional) en
el cual avanzamos constantemente, nos vemos inversos por posibilidades que tan
solo representan, una contemplación de lo que simboliza el Amor, en su realeza
y toda su extensión. La mente humana, ve el Amor como una tarea imposible de
llevar a cabo, mientras sigue consumiendo los arquetipos, de un tiempo el cual
rueda en su propio eje, a través de la expresión del ego inferior. Ya fueron
civilizaciones de nuestros ante pasados, los que anunciaron la representación
del Amor en nuestras vidas, cuando este demuestra los eslabonados escalones,
que hemos de atravesar para poder, llegar a representarlo. Dentro de una percepción
lineal e inferior, vislumbramos el Amor como algo tan lejano, que nos cuesta
reconocer su posibilidad, en nuestro interior. Muchas mentes creen que el Amor,
es la entrega al prójimo o el servicio a los demás, (versión representada, por
una influencia inferior de nuestros egos), mientras que el Amor, es el valor
hacia la otra persona, el reconocimiento de sus acciones y la libertar, de su
forma de pensar. Muchas personas que me visitan, me explican que en sus
relaciones el Amor a desaparecido, y que han entrado en una constante de
experiencias, las cuales solo reflejan discordancia y frustración. De esta
forma, yo les explico que dentro de esta densidad todo termina, para ser
transformado a otro nivel, de la misma forma que lo hacen nuestros cuerpos,
cuando dejamos nuestra existencia, a través de la forma.
Una visión
parecida a lo que os quiero explicar, sería esa representación a través de las
“4” estaciones que componen en Año, que nos representa. Este empieza en Enero,
y fallece en Diciembre, esto desde una percepción lineal de tiempo, ya que
vivimos constantemente nuestros ciclos anuales, como años constantes de
nuestras existencias, dentro de un cuerpo físico, que constituye parte esencial
de nuestras existencias, en la Tierra. Pues mis queridos amigos e amigas, el
Amor se representa de la misma forma, este empieza y durante el transcurso de los primeros meses,
nos vemos directamente inversos en el vivir de la primavera, (el florecer de
nuestras emociones), seguidamente la pasión que despierta en nosotros (el
verano), la calor y nuestras emociones desatadas, reflejan nuestro estado de “enamoramiento”,
una vez esta pasión va perdiendo intensidad, como no llega (el otoño) donde empiezan a enfriarse nuestras
experiencias, y creemos que perdimos el Amor a través de (el invierno). Es sumamente
importante, reconocer que nunca se pierde el Amor, ya que como la vida es
eterno. Esta percepción actúa en todas esas mentes, que reflejan su visión
dentro de un prisma tan lineal, que sus vidas están constantemente sumergidas,
en una proyección tan limitada, que dejan de vivir en plenitud. Para una
persona, que desarrolla sus capacidades asume e integra que su Amor no fallece
con el invierno, más bien reconoce que se transforma, a través del calor que
este representa, y crece de nuevo en una versión más interna, que nos demuestra
claridad, aceptación, respeto y sabiduría. Estos cuatro aspectos, demuestran
las influencias del Amor, no del Amor egoísta inferior, sino del AMOR en mayúsculas,
para ser entregado a nuestro alrededor.
Entre tanto,
vivimos inversos en distintas posibilidades que subyacen, a reconocer el
verdadero grado de valor, que emiten nuestros propios actos. Estos tan solo
pueden ser representados, al expresar nuestras acciones desde el Amor, que yace
en nuestros corazones, y en el cual en la actualidad por desgracia, estamos tan
lejos. Muchas de las experiencias, que han constituido nuestras vidas hasta el
momento, no han sido más que influencias del Alma, para afrontar nuestros egos,
cuando estos en niveles inferiores de nuestros caminos, siguen actuando
representando parte notable, de nuestras propias experiencias. Vamos a
expandir, la visión que tenemos del ego, el cual deja mucho que desear de las
experiencias, que cumplen con nuestro propio cerco, de aprendizaje. Mientras
buscamos respuestas, a nuestras propias dudas, este se enriquece de tan manera
que impide, que la claridad mental de una mente despierta, pueda acceder a su
software personal. De esta forma, nuestros egos se nutren de representar esas máscaras,
que nos alejan de forma directa, de reconocer la verdadera identidad, que desde
el principio de los tiempos, a estado aguardando nuestras existencias. El ego,
formula sus experiencias de forma constante, de cara al exterior ya que todas
sus energías, reafirman nuestras experiencias exteriores. De esta forma
entendemos, que el ego no implica reconocimiento interior, y que cada paso que
demos hacia uno mismo, a nivel del espíritu será una representación directa, de
nuestras experiencias, evolucionando en este ciclo temporal. Aun así, e
inversos en esas cualidades inferiores, de las cuales tomamos constantemente
partida, seguimos jugando a ese juego, el cual nos aleja más y más de
reconocernos a nosotros mismos, y de esta forma ser capaces de resetear,
nuestras vidas humanas dentro de un prisma sumido, en la 3 densidad inferior. Es
el momento, se reconocernos y con ese reconocernos, afrontar con seguridad
nuestros propios miedos e inseguridades, para emprender nuestros caminos, desde
el verdadero AMOR con mayúsculas.
Oriol, gracias
por su lectura.
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