martes, 29 de septiembre de 2015

LA EVOLUCIÓN DE LA MENTE, A TRAVÉS DE LA CONSCIENCIA UNIVERSAL. 29 - 09 - 15

                                                                             



Oriol -290915-

     -LA EVOLUCIÓN DE LA MENTE, A TRAVÉS DE LA CONSCIENCIA UNIVERSAL-



Oriol Escritor y Terapeuta.

La prosperidad que fluye de una mente despierta, nos acerca a contemplar los diversos niveles, a través de los cuales nos adentramos en la comprensión de conectar, con la identidad original o la personalidad sagrada. Estas dos, forman parte de nuestra existencia universal con el único propósito de colaborar con las órdenes celestiales, en el transcurso del desarrollo universal planetario. Existen otras civilizaciones más avanzadas a la nuestra, que operan en plena armonía en el desarrollo sistemático del planeta, en el que residimos para representar, esa vertiente de luz que nos unifica a todos con un único plan. La evolución de la consciencia universal. Como 5 raza raíz del sistema planetario de desarrollo, el único inconveniente el cual se refleja a través de desarrollar nuestras existencias, es representado a través de la expansión de nuestras mentes, a través de la transmutación de todas esas energías densas que nos aferran a vivir condicionados, por la realidad exterior la cual se nutre de nosotros constantemente. Los atributos principales, nos muestran en la actualidad un desarrollo de aspectos mentales, más elevados con los cuales contemplar las posibilidades de una existencia más plena, en la que vivir en plena armonía y gozo de nuestras existencias. Hemos sido enviados como seres humanos a la Tierra, para representar esos ciclos inferiores a través de cumplir con los propósitos de nuestro propio desarrollo, como mentes de un 1 nivel evolutivo. Como todo lo que refleja nuestras propias experiencias, la identidad humana es tan solo un código numérico el cual, está impreso en nuestro carnet de identidad.

Este representa la versión de nosotros más humana, la cual actúa dentro de una visión dualizada de nuestras existencias. Hasta que no somos capaces de integrar estas energías, y actualizar nuestras propias experiencias nos vemos inmersos en esa micro fracción, de nuestras experiencias realmente limitadas. Esta identidad está limitada, a través de experimentar el flujo de esa dimensión bloqueada, que circula a nuestro alrededor cambiando de decorado, con los mismos arquetipos a través del vivir sin una percepción más elevada, en la que representar nuestras propias realidades. Esta es una vertiente de nuestras mentes, fuera de esa versión limitada de tiempo en la que nos vemos atascados. La gran frase célebre: Tal es el Cielo como es la Tierra, nos representa esta versión de las energías de forma dualizada. Tan solo comprender la versión que siempre hemos vivido, y la cual demuestra que aquí en esta densidad están los seres a través de la forma, (humanos, animales y minerales) mientras que fuera de esta densidad, los seres que dejan la Vida Humana pueden acercarse a nosotros, hasta llegar a tocarnos. ¿Y por qué razón, nosotros no podemos tocarlos a ellos?, porque vivimos inversos en un cuerpo representado, por energías densas que sostienen a la materia. A medida que nos adentramos en el reconocimiento, de esos niveles de nuestro interior se activan, esas energías que corresponden a  nuestra propia evolución, aquí en la Tierra. Los aspectos más mundanos, pasan a ser una proyección que queda cristalizada, en esa dimensión bloqueada la cual hemos trascendido y deja de operar a través de nuestras proyecciones limitadas, al ocupar un segundo rasgo de nuestra identidad.

En ese mismo momento, la identidad original pasa a ocupar su lugar y empieza a operar desde una óptica más sublime, en la cual toda experiencia es más vivida y se consume a sí misma, desde la construcción del formar parte del sistema más elevado, de tiempo. Este deja de influir desde un prisma racional y empieza a construir, desde una unidad universal la cual se refleja  a través nuestro desde una experiencia no dualizada, que se presenta desde la expresión de 360 grados, a nuestro alrededor. Todo se manifiesta en el Uno, y este Uno constituye cada nuevo paso que damos, en la proyección de unificar nuestras existencias como humanos, a través de la luz de nuestras fracciones más elevadas. Esta se refleja desde nuestro interior, en una actitud soberana, a través de las experiencias que nos muestra la Vida como seres humanos. De esta forma, la personalidad sagrada interpreta todos los niveles de una densidad inferior, para reflejar a través de estas una impresión directa, basada en los algoritmos de la unidad universal. Dejamos de luchar, y empezamos a consolidad las energías de nuestra propia evolución, las cuales se adentran a través nuestro desde los códigos de luz más elevados, que vuelven a instaurarse a través nuestro en el ahora. Disfrutemos de tal re-calibración y seamos participes de todo lo que hemos aprendido, dentro de esta experiencia humana para contemplar los ciclos y procesos por los cuales, atraviesa la mente humana en su desarrollo personal. Estos tan solo podemos vivirlos, de modo personal a través de la comprensión y la actitud soberana.


Oriol, gracias por su lectura y difusión.

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