Oriol -290915-
-LA EVOLUCIÓN DE LA MENTE, A TRAVÉS DE LA
CONSCIENCIA UNIVERSAL-
Oriol Escritor y Terapeuta.
La
prosperidad que fluye de una mente despierta, nos acerca a contemplar los
diversos niveles, a través de los cuales nos adentramos en la comprensión de
conectar, con la identidad original o la personalidad sagrada. Estas dos, forman
parte de nuestra existencia universal con el único propósito de colaborar con
las órdenes celestiales, en el transcurso del desarrollo universal planetario.
Existen otras civilizaciones más avanzadas a la nuestra, que operan en plena armonía
en el desarrollo sistemático del planeta, en el que residimos para representar,
esa vertiente de luz que nos unifica a todos con un único plan. La evolución
de la consciencia universal. Como 5 raza raíz del sistema planetario de
desarrollo, el único inconveniente el cual se refleja a través de
desarrollar nuestras existencias, es representado a través de la expansión de
nuestras mentes, a través de la transmutación de todas esas energías densas que
nos aferran a vivir condicionados, por la realidad exterior la cual se nutre de
nosotros constantemente. Los atributos principales, nos muestran en la
actualidad un desarrollo de aspectos mentales, más elevados con los cuales
contemplar las posibilidades de una existencia más plena, en la que vivir en
plena armonía y gozo de nuestras existencias. Hemos sido enviados como seres
humanos a la Tierra, para representar esos ciclos inferiores a través de
cumplir con los propósitos de nuestro propio desarrollo, como mentes de un 1
nivel evolutivo. Como todo lo que refleja nuestras propias experiencias, la
identidad humana es tan solo un código numérico el cual, está impreso en
nuestro carnet de identidad.
Este
representa la versión de nosotros más humana, la cual actúa dentro de una visión
dualizada de nuestras existencias. Hasta que no somos capaces de integrar estas
energías, y actualizar nuestras propias experiencias nos vemos inmersos en esa
micro fracción, de nuestras experiencias realmente limitadas. Esta identidad está
limitada, a través de experimentar el flujo de esa dimensión bloqueada, que
circula a nuestro alrededor cambiando de decorado, con los mismos arquetipos a través
del vivir sin una percepción más elevada, en la que representar nuestras
propias realidades. Esta es una vertiente de nuestras mentes, fuera de esa versión
limitada de tiempo en la que nos vemos atascados. La gran frase célebre: Tal
es el Cielo como es la Tierra, nos representa esta versión de las energías
de forma dualizada. Tan solo comprender la versión que siempre hemos vivido, y
la cual demuestra que aquí en esta densidad están los seres a través de la
forma, (humanos, animales y minerales) mientras que fuera de esta densidad, los
seres que dejan la Vida Humana pueden acercarse a nosotros, hasta llegar a
tocarnos. ¿Y por qué razón, nosotros no podemos tocarlos a ellos?, porque
vivimos inversos en un cuerpo representado, por energías densas que sostienen a
la materia. A medida que nos adentramos en el reconocimiento, de esos niveles
de nuestro interior se activan, esas energías que corresponden a nuestra propia evolución, aquí en la Tierra.
Los aspectos más mundanos, pasan a ser una proyección que queda cristalizada,
en esa dimensión bloqueada la cual hemos trascendido y deja de operar a través
de nuestras proyecciones limitadas, al ocupar un segundo rasgo de nuestra
identidad.
En
ese mismo momento, la identidad original pasa a ocupar su lugar y empieza a
operar desde una óptica más sublime, en la cual toda experiencia es más vivida
y se consume a sí misma, desde la construcción del formar parte del sistema más
elevado, de tiempo. Este deja de influir desde un prisma racional y empieza a
construir, desde una unidad universal la cual se refleja a través nuestro desde una experiencia no dualizada,
que se presenta desde la expresión de 360 grados, a nuestro alrededor. Todo se
manifiesta en el Uno, y este Uno constituye cada nuevo paso que damos, en la proyección
de unificar nuestras existencias como humanos, a través de la luz de nuestras
fracciones más elevadas. Esta se refleja desde nuestro interior, en una actitud
soberana, a través de las experiencias que nos muestra la Vida como seres
humanos. De esta forma, la personalidad sagrada interpreta todos los niveles de
una densidad inferior, para reflejar a través de estas una impresión directa,
basada en los algoritmos de la unidad universal. Dejamos de luchar, y empezamos
a consolidad las energías de nuestra propia evolución, las cuales se adentran a
través nuestro desde los códigos de luz más elevados, que vuelven a instaurarse
a través nuestro en el ahora. Disfrutemos de tal re-calibración y seamos
participes de todo lo que hemos aprendido, dentro de esta experiencia humana
para contemplar los ciclos y procesos por los cuales, atraviesa la mente humana
en su desarrollo personal. Estos tan solo podemos vivirlos, de modo personal a través
de la comprensión y la actitud soberana.
Oriol,
gracias por su lectura y difusión.
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