Oriol -150915-
-LA LONGITUD DEL AMOR QUE NOS REPRESENTA-
Oriol
Escritor y Terapeuta.
Muchas
veces me pregunto a mí mismo, de qué forma valoramos lo que nos rodea dentro de
la percepción de una visón más personal, (mientras este valor actúa a través
del grado de evolución, que nos representa a cada uno) cuando en realidad
navegamos siempre conducidos por una influencia mental, la que opera a través
nuestro dentro de una percepción más bien errada del sistema de creencias, en
el cual navegamos ya que no somos capaces a título personal, de reconocer la
importancia que tienen nuestras vidas, dentro de los múltiples aspectos que
configuran nuestra propia trayectoria, aquí en la Tierra. Ya cite en artículos
anteriores, que las texturas por donde navegamos varían de forma considerable,
debido a la proyección de nuestras psiques al expandir, los distintos
arquetipos que nos llevan a vivir, directamente inversos en una “realidad” de
la cual hemos de trascender para reconocer, quienes somos y que hacemos aquí de
veras. Como seres humanos, hemos venido al planeta a desarrollar los múltiples
niveles de la mente, (los cuales transcienden toda representación lógica de una
impresión racional) a través de la densidad que nos representa y las constantes
improntas que actúan directamente condicionando, nuestras propias experiencias.
Mientras vivimos dentro de estos aspectos, tan solo nos alejamos de
experimentar la libertar de ser quienes somos y de contemplar, los diversos
matices de nuestra propia expresión, como Almas aquí en la Tierra. Estos nos
hacen creer dentro de una percepción errada, que tan solo actúa incomodando
nuestras expectativas, al hacernos rodar dentro de una proyección circular que
origina una no visión, de nuestras propias experiencias aquí en la Tierra. Como
arquitectos de nuestra realidad, según sean los niveles por los cuales
navegamos, así serán nuestras propias experiencias las cuales variaran, de
acuerdo a la trayectoria que representa la impresión, de estar actuando de
acuerdo a nuestro verdadero origen o proyección de identidad.
Esta
establece los eslabones de creación, fuera de toda realidad representada bajo
una impresión racional, ya que actúa en esencia a través de todo lo que confiara
la expansión de la consciencia en la versión más pura, de tal expresión. Al
creer como mentes lineales, nos vemos envueltos en una proyección mental
inferior la cual opera a través nuestro como un velo sin profundidad, que actúa
alejándonos de la intención del Alma la cual se sitúa directamente en el Ser,
en toda su expresión. Esta nos hace comprender la longitud de nuestras
experiencias, las cuales se sitúan
directamente en una espiral evolutiva que nos acompaña, a través del
acomodarnos en todos los niveles evolutivos, de una consciencia emergente
universal. A medida que abrimos los
ojos, fuera de toda onda de energía basada en el ego inferior las actitudes de
una personalidad más evolucionada, se manifiestan actuando a través de una percepción
más global, de todo el sistema de posibilidades que nos representa a través de
las citadas fracciones, que operan a nivel dimensional por encima de nosotros.
Estas actúan acomodándonos de tal manera, que su representación se refleja en
los constantes, estados de evolución que presentamos a medida, que nos
adentramos de veras en sentirnos en plenitud con lo que hacemos. De esta forma
reconocemos, que dentro del ciclo de desarrollo en el cual nos encontremos,
este marcara la proyección a través de la cual comprender el significado oculto
de todo lo que representa una visión más personal, del sistema de posibilidades
que acontece en nuestro propio despertar. Si prestamos atención a lo que rodea
nuestras experiencias, actuaremos de acuerdo a la proyección lineal de un
sistema, que actúa favoreciendo nuestras mentes y haciéndonos adoptar, un
compromiso más real, de las improntas que llevamos con nosotros y que hemos de
transmutar. Estas reflejan desarmonía en nuestras vidas, ya que actúan en
desacuerdo a través nuestro, representando directamente actitudes de nuestros
egos, que se revelan a reconocer, la longitud del Amor que nos representa. De
esta forma nos adentramos en las constantes experiencias, las cuales actúan en
masa a nuestro alrededor cuando tan solo, representan una expresión de
constantes influencias mentales las cuales operan como las ventosas de un
pulpo, para nutrirse de nuestras propias energías mientras vivimos inmersos, en
ese régimen de manipulación mental.
Oriol,
gracias por su lectura y difusión.
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