A lo largo del tiempo que llevamos publicando en el blog ha surgido de vez en cuando la pregunta de por qué asimoss pueden “hacer lo que quieran” (o casi) en nuestra realidad y, en general, en el planeta, mientras que “aquellos que nos asisten” tienen tan restringido su radio de acción y hay que darles permisos para “todo”. De hecho, como veis en las peticiones que hemos ido poniendo, hay que darle permiso incluso al Yo Superior para que pueda intervenir sobre el avatar y nuestra estructura energética, siendo realmente “raro” que nosotros no podamos intervenir libremente sobre una parte de nosotros mismos y, sin embargo, entes y miembros de las diferentes razas en control aparentemente no están sujetas a estas restricciones o se las saltan como quieren sin aparentes consecuencias. Vamos a explicar pues el tema de los permisos y la “burocracia” que existe al respecto.
Trámites burocráticos por doquier
Había comentado en una de las respuestas en la sección de Preguntas que, en una escena de la película El Destino de Júpiter (Júpiter Ascending), hay un trozo donde la protagonista pasa por decenas de trámites burocráticos para obtener un simple sello. Esta escena es una burla de los directores y un reflejo consciente de cómo funciona “todo”, a nivel cósmico, a nivel de realidad, a nivel de estructuras, a nivel de gestión de la vida en el universo y, por supuesto, a nivel del sistema de control en el planeta. Para hacer cualquier cosa, hace falta tener permiso, de hecho, montones de permisos. Pero, ¿permiso de quién? Pues permiso del ser, logos, grupo, o jerarquía que esté a cargo de aquello que ha de ser cambiado, alterado o modificado.
Esto hace que la estructura de la Creación sea tremendamente estable. No se puede mover una mónada de sitio si no lo aprueba el logos o el ser correspondiente que tiene la responsabilidad sobre “eso”, lo cual es positivo, evita alteraciones indeseadas en la estructura cosmológica y energética de las cosas, pero, por otro lado, eso significa que ningún ser puede intervenir sobre nada si no tiene los códigos que le otorgan esos permisos.
¿Pueden nuestros guías o protectores por propia iniciativa entrar en nuestra realidad para ayudarnos en algo? No sin permiso. ¿Pueden nuestros Yo Superiores hacer cambios o alterar algo o desbloquear algo? No sin permiso. ¿Puede REC hacer lo que quiera con la humanidad y la estructura de la realidad y nuestros avatares? No sin permiso.
Permisos obtenidos hace eones
Entonces, ¿qué sucede aquí? Sucede que REC tiene todos los permisos y códigos para ello, pues ellos construyeron la realidad humana con sus códigos, ellos construyeron la trama sagrada de la realidad humana sobre su trama sagrada con sus permisos y ellos crearon al avatar humano imbuyendo sus códigos en nosotros (a través de su ADN, pues el lhumanu se creó con un alto porcentaje de ADN asimoss mezclado con muchas otras razas y demás, como ya sabéis y tenéis explicado en la monografía sobre la creación de la humanidad). Así que, por este lado, REC no incumple (casi) ninguna regla cuando hace lo que hace, porque tiene, desde el momento en el que llegaron al planeta, todos los permisos y códigos que les hacen falta, y de ahí que el logos planetario no puede “reprocharles” (por decirlo de alguna manera) que se estén saltando los protocolos establecidos de lo que desde nuestro punto de vista es “justo”, al hacer lo que hacen con nosotros o con la realidad humana.
Así pues, a pesar de que la situación está aparentemente tremendamente desbalanceada hacia el lado asimoss porque al haber creado todo con sus propios códigos energéticos tienen “permisos cósmicos” para hacer lo que “quieran” y no se les puede aplicar ninguna medida coercitiva por ello, la situación está cambiando respecto a lo que a lo largo de la historia de la humanidad, ha venido sucediendo.
Saltándose todos los límites y “líneas rojas”
Debido a la situación planetaria, la construcción de la nT, la activación de la LT42 como pasarela de elevación frecuencial, la protección de las nuevas estructuras por parte de otras fuerzas y grupos de la naturaleza y aquellos que vienen a echar una mano, etc., los diferentes miembros de REC, pero asimoss especialmente, han sobrepasado cientos de “líneas rojas” en los últimos meses.
Es decir, han actuado dónde y cuándo ya no tenían permiso para actuar, han ejecutado acciones y manipulaciones para las que no tenían los códigos que les permiten hacerlo, y, por ese lado, desde ese momento, se han visto sujetos a las leyes de “contención” que se pueden poner en marcha contra ellos, haciendo que las fuerzas planetarias puedan intervenir para reducir el impacto o paliar el daño, que REC ha hecho y sigue haciendo. Por este motivo, muchas fuerzas planetarias, grupos que responden al logos, seres que intentan asistir cuando pueden, etc., lo hacen, y tratan de frenarlos y tratan de contener su radio de acción (el de REC), porque ya hace tiempo que “se pasan por el forro” los límites de los permisos que consiguieron en su momento y, ahora, en muchas ocasiones, tienen que lidiar con la contraofensiva de las fuerzas de la naturaleza, nuestros “guías”, nuestros YS, etc.
Como la humanidad es quien “sufre” este tipo de traspaso de los “límites de acción”, somos nosotros los que tenemos derecho a pedir que se inicie la “contraofensiva”, muchas de las cuales hemos puesto en marcha en los últimos meses con las peticiones en los artículos que habéis ido viendo, ya que teníamos permiso del logos para que se ejecutara lo que publicábamos, pues asimoss habían sobrepasado sus límites de acción y, la humanidad, como aquellos quienes nos vemos afectados por las acciones de REC, puede “solicitar compensación”.
Cuando esto ocurre, se puede entrar a “darles caña” en la proporción en la que se han saltado las reglas y los límites para los que tienen códigos de manipulación y actuación por defecto, lo cual implica que no se les puede, de repente, “meter una bomba en su base de operaciones”, que es lo que a muchos nos gustaría, solo se puede actuar con la fuerza proporcional al nivel de extralimitación que han sobrepasado.
Esto es literalmente, “burocracia” energética, o como mejor pensemos en describirla, y estas reglas del juego están sujetas a las leyes de cómo funciona el cosmos, y todos los niveles que en el existen. Cuanto más “se pasen de la raya” asimoss, más se pueden poner en marcha acciones contra ellos.
Las restricciones a la ayuda que podemos recibir sin permiso
Esta situación, en el otro lado, implica que también hay reglas para aquellos que nos asisten, nuestros YS, nuestros guías, las fuerzas y jerarquías del planeta, los protectores del ecosistema, de la naturaleza, etc. “Ellos”, por defecto, no tienen los permisos sobre la humanidad que REC sí que tiene por habernos creado, así que tienen que conseguirlos continuamente para poder hacer algo.
Un “guía”, es decir, un ser que vive en cualquiera de los planos de la Tierra en sus estructuras superiores, tiene muchos permisos para hacer muchas cosas que atañen a su realidad, a su crecimiento, a su “vida” y a sus funciones, pero, por defecto, no tienen permisos para intervenir en el plano material, etérico o mental de lo que atañe a la vida humana, a la trama sagrada de nuestra especie, etc. Salvando las distancias, digamos que las águilas tienen permisos para lo que atañe a su especie, modo de vida, lo que hacen o les toca hacer, pero no pueden meterse en la vida de los gorriones sin el permiso expreso de los gorriones para absolutamente todo.
Si las águilas fueran todos los seres que existen en la Tierra y que viven aquí y existen aquí y que cuando requerimos su asistencia actúan como nuestros guías y protectores, y nosotros fuéramos los gorriones (sin ofender a nadie por la analogía), si no les vamos dando permiso constante y continuo para que puedan hacer “cosas”, no pueden mover, como decía, ni una mónada de sitio, y, por lo tanto, no pueden frenar un ataque, no pueden echar a un ente, no pueden ayudarnos con esto o con lo otro, etc. Simplemente, no pueden, aunque quieran, lo estén deseando, “sufran” en sus términos al ver que se nos complica la existencia o lo que sea.
Es un tema de estabilidad global
Estas reglas son tan “estrictas” porque la estabilidad del sistema de vida en la Tierra depende de ello. Hay trillones de formas de vida coexistiendo en nuestro planeta, y todo está interrelacionado y co-dependiente entre sí. Si cada forma de vida ejecuta y actúa cambiando estructuras de la realidad, alterando energías, campos y demás, aunque sea solo pensando que lo hace sin mayores repercusiones para el resto de seres, no es correcto.
Cada mónada que se cambia aquí tiene efectos en el campo cuántico de nivel 1 de realidad que pertenece al sustrato de Kumar, el logos planetario, y, por lo tanto, afecta aunque no nos demos cuenta a muchas otras estructuras. Es el “efecto mariposa” que conocemos pero a nivel “cuántico”. Puesto que el logos y muchos seres de un poder enorme tienen que mantener la estabilidad del sistema, se implementó un mecanismo de control basado en la inmutabilidad de (casi) todo y la posibilidad de cambio solo con los códigos adecuados. Los códigos son unos paquetes de datos que indican si tienes permiso para hacer algo o no lo tienes, y se otorgan a nivel mental y etérico por los responsables de “aquello” que ha de ser cambiado.
Tal es la complejidad del sistema “burocrático”, que nuestros YS, al no estar “presencialmente” en el planeta, sino fuera del mismo, en una posición atemporal y adimensional fuera de toda estructura terrenal, tampoco tienen permisos para hacer nada si la personalidad, el alma o la supralma, no le otorgan ese permiso continuamente, y que nosotros ponemos en las peticiones como “solicito y doy permiso permanente a mi YS para que….”
Incluso así, ese “permanente” no lo es tal, es decir, no dura para siempre, sino hasta que se acaba la octava o proceso que nuestra petición cubre, teniendo que volver a dar permiso luego para que nos asistan con otra cosa.
¿Es este sistema “justo”?
Desde el punto de vista humano, es un sistema que no entendemos, porque juega en nuestra contra siempre. Pero desde otros niveles de gestión de la realidad, la verdad es que es un sistema eficiente, porque es prácticamente idéntico en todos los sistemas planetarios por todo el universo, y eso permite y da una estabilidad tremenda al conjunto de la Creación.
El tema es que la situación en la Tierra es muy complicada por el poder que REC tiene sobre la humanidad, pero eso no ha hecho que se modifique o simplifiquen las reglas de obtención de permisos para cambiar algo. Así que mientras REC ha tenido, y sigue teniendo, permisos y códigos para poder “actuar a sus anchas”, y se mantengan dentro de esos límites que ellos mismos pusieron al crear a la humanidad, no están saltándose las “reglas cósmicas” de nada, y no se pueden aplicar contrarréplicas o contraofensivas respecto a lo que hacen, pero, en cuanto se pasan una sola mónada más de lo que tienen códigos para cambiar o manipular, entonces es cuando las fuerzas de la naturaleza y las jerarquías que asisten al planeta obtienen casi automáticamente el permiso para intervenir pues se los otorga el logos planetario para corregir en lo que puede ese desbalance o los obtenemos nosotros a través de nuestros YS y entonces podemos poner una petición en el blog y ejecutarla contra ellos.
Todas las peticiones que hemos puesto y activado en su contra en los últimos meses con los diferentes artículos del blog que habéis leído, llegaron cada vez que asimoss ponía un pie fuera de algún tema para el que no tenían códigos, desesperados como están por ver que hay cosas que se les van escapando de las manos, como es el paso, a cuentagotas, pero sin pausa, de más personas a la LT42, el hecho de que poco a poco haya más personas subiendo de nivel frecuencial, etc.
Como ahora cada vez más asimoss y REC se saltan los límites de aquello sobre lo que tienen códigos y permisos “por defecto”, cada vez más se pueden poner en marcha acciones contra ellos con la potencia que marque el logos según “cuánto” han traspasado los límites.
¿Se pueden cambiar estas reglas?
Como también había comentado en alguna respuesta, soy el primero que en mil meditaciones ha pedido mil veces si no había forma de simplificar todos estos códigos y permisos para poder intervenir más directamente, pero es un tema que no depende ni siquiera de mi Yo Superior, de aquellos que nos asisten, etc. Es un tema de estructura “burocrática” a nivel cósmico, y, por eso, es tan frustrante a veces para todos y no entendemos porqué unos pueden hacer unas cosas y otros no pueden hacerlo.
En todos los casos en los que nosotros solicitamos ayuda, como decía, los permisos “caducan”, en general, no valen “para siempre”, quizás en alguna ocasión sí, pero, la mayoría de veces, son permisos que sirven para hacer una intervención, completar una octava, ejecutar una fase de algo, y luego hay que volver a dar permiso, pues depende también del nivel de realidad en el que se está interviniendo, la profundidad energética a la que se quiere modificar algo, la repercusión que cambiar ese algo puede tener en otros niveles de los que no somos conscientes, etc.
Así, en la mayoría de ocasiones, cuando vemos que nuestros YS ejecutan “cosas” a nuestro favor sin que la personalidad haya dado el permiso es porque el alma y la supralma lo están otorgando cuando es necesario o urgente, ya que estos componentes del ser humano tienen también esa capacidad de otorgar los códigos para que el YS y nuestros guías “entren” a hacer algo para ayudarnos, pero otras veces no pueden, o esos permisos requieren de aprobación de jerarquías superiores, o por la compleja relación que hay entre alma y personalidad tiene que ser la personalidad la que diga que acepta y dé esos permisos, etc. Realmente muy muy complejo y por eso, a veces, realmente desesperante.
¿Se pueden pedir permisos “extras” para algo?
Sí, todo se puede pedir, y es algo que os animo a hacer continuamente. Si quisiéramos hacer alguna intervención, cambiar algo en la estructura de la realidad, modificar algo en la trama sagrada de la humanidad, etc., tenemos que pedir a nuestro YS que nos “consiga” los paquetes de códigos que traen esos permisos para poder hacerlo. Para ello, el YS se dirige al logos, al ser, al grupo, al “responsable” de lo que sea, y hace la petición. Se evalúa a la persona y se ve si se le puede dar ese permiso o no. Si se otorgan, una vez esos códigos están en nuestro cuerpo mental, entonces se puede hacer la petición correspondiente. Cuando esa petición es transmitida al ser, grupo, fuerzas, etc., que son los que han de ejecutar la petición, entonces comprueban si el emisor de la petición tiene los códigos que le permiten solicitar “eso”, y, si los tiene, se puede intervenir y poner en marcha aquello que ha sido solicitado. Cuando no se tienen los códigos, entonces la petición se recibe igual, pero no se puede ejecutar porque quien lo pide no tiene autorización para ello.
Espero que se comprenda un poco mejor la razón de que este tira y afloja contra asimoss sea tan complejo y que tengamos que estar dando siempre permiso a nuestro YS para que haga lo que sea que necesitemos que haga, y que, si no damos ese permiso, no se puede intervenir de ninguna manera por mucho que lo queramos. Por la misma razón, hay que seguir dando permiso a nuestro YS para que nos asista a nivel de personalidad, en las sanaciones que hacemos, en las desprogramaciones que ejecutamos, en los cambios a nivel energético que queremos llevar a cabo, etc.
Quizás en algún momento el propio logos decida “suavizar” algo esta forma de gestionar la realidad o se pueda intervenir más directamente contra REC con permisos “especiales” que la humanidad pueda obtener de los logos o algo así que acelere las cosas a nuestro favor. De momento, todos los grupos, fuerzas y jerarquías del planeta siguen las reglas, y de ahí el trabajo que tenemos para permitir que nos puedan ayudar siendo conscientes de que, sin montones de permisos continuos para ello, no pueden hacerlo. Por eso, además, en nuestro día a día, hay que estar dándole permiso continuo a nuestro YS y guías para que intervengan y nos asistan en todo aquello para lo que necesitamos asistencia, pues excepto en las ocasiones en las que el alma pueda dar ese permiso en nombre de la personalidad, casi siempre las reglas del juego exigen que nos hagamos conscientes de aquello que estamos pidiendo y solicitando, de ahí que, si el alma lo pide, nunca nos enteramos ni sabemos lo que se ha pedido, y por eso no siempre el alma puede intervenir a no ser que la personalidad también esté al tanto y al mando de la situación.
Seguid solicitando ayuda, y seguid dando permiso continuo para que esa ayuda pueda manifestarse, de momento, es la forma más efectiva que tenemos para que podamos avanzar y recibir asistencia para ello.
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