viernes, 22 de abril de 2016

LA PIRÁMIDE Y LA TRI-UNIDAD EN NOSOTROS - 22 - 04 - 16

                                                                        




Oriol -220416-



                              -LA PIRÁMIDE, Y LA TRI-UNIDAD EN NOSOTROS-




Oriol, Escritor y Terapeuta.


Como si de una pirámide se tratara, nuestra identidad se refleja a través de la trinidad, que nos representa. A nivel de desarrollo, durante toda nuestra existencia lo que realmente representamos, es una calibración con el Ser el cual se refleja a través de esta tri-unidad, como mentes en desarrollo. Todo proceso de desarrollo se representa, a través de la energía del “3” la cual nos muestra la tendencia, de un renacer o despertar en nuestras experiencias. Desde la perspectiva que a mí me representa, esta se refleja en esa constante expresión del Yo más elevado, que se va entregando a ser expresado, a través de esa mente no localizada, que fluye del éter con total normalidad.

Esta actúa en nosotros como si de un completo se tratara, el cual se establece en nosotros, cuando realmente tomamos consciencia de este. Muchas mentes en la realidad no desarrollada, se sienten directamente reflejadas por esta, aunque, sin la atención necesaria se ven a sí mismos, fuera de esta identidad debido a su no conocimiento, de su extensión fuera de todo prisma limitado. Como si experimentaran una realidad “localizada”, siguen actuando sin expectativas de esta transformación a medida, que reconocen en su propia presencia del mental, que están donde tienen que estar.

No existe juicio, para estas mentes en proceso de desarrollo, ya que si lo emitimos tan solo reflejamos en nuestra propia realidad, en no haber avanzado en nuestro propio conocimiento, o adaptación del Yo más elevado que nos representa. Una vez, vivimos inmersos en nuestra propia identidad del Alma, esta no tan solo unifica, sino que procesa todos los aspectos, para favorecer los aspectos o conductas más elevadas, para elevar a superior todo conocimiento, que a esta Alma se le refleje para su propia evolución. En lo que puedo representar como mi trayectoria, esta “pirámide” se refleja desde otro ámbito en el cual, represente esta tri-unidad de la siguiente forma.

Como todos sabemos, toda pirámide se refleja por tres caras con tres puntos de anclaje en cara cara. La suma de estos puntos en una pirámide, se representan a través de “7” ángulos que articulan esta pirámide. Cada uno de estos, refleja una de las puntas que actúa como procesador, de la energía del “1”. En la punta de este triángulo (que se podría representar como una de las caras) de la pirámide, coloco el Yo representándome a mí mismo dentro, del contexto de una mente despierta, y reflejando el poder que esta representa en alineación, con lo que realmente soy. Como podéis ver, esta punta unifica a las 3 caras, cuando su posición es directamente hacia del Cielo, dando la constante manifestación, de nuestra unidad en Dios-Padre-Madre.

Es importante, que tengamos en cuenta el grado o nivel de evolución de cada uno, a través de los ciclos de desarrollo a través de los cuales pasamos, para llegar a conectar, con esa parte más elevada. Podríamos ver esos ciclos, como niveles a través de los cuales nuestro desarrollo, va siendo integrado a través nuestro. A mayor desarrollo, más elevada es la expresión a través de la cual, nos sentimos más unidos a la punta, de esa pirámide. Podemos pasar por diferentes eras para, establecer la alineación con esa punta que nos une, a la energía del Dios-Padre-Madre.

Dentro de estas eras, veremos reflejados los niveles de evolución del mental, como ciclos de desarrollo con sus diversos niveles, para nuestra propia comprensión y desarrollo. En el caso, que la mente no está desarrollada, es totalmente imposible representar esta alineación, ya que actúan en nosotros aspectos del exterior los cuales, reflejan ese no equilibrio con lo que realmente aflora, a nivel interno. A través de la comprensión de esta información, experimentaremos una alineación con quien somos realmente, fuera de toda actitud basada en una experiencia de un mental, no desarrollado.

De la misma forma que nos adentraremos en la expresión y esta nos acerca al conocimiento, contemplamos como todo lo que sentimos realmente, se representa en nuestro propio ciclo de desarrollo evolutivo. Segura un próximo articulo con más información, y ampliado.


Oriol, gracias por su lectura y difusión.

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