Oriol -290416-
-LOS MÚLTIPLES YOS, DEL EGO-
Oriol,
Escritor y Terapeuta.
La
personalidad se ciñe a cumplir un plan, bajo la esfera del ego no desarrollado.
Esta actúa alejándonos de experimentar, la sencillez del Alma a través de
energías de baja vibración, que actúan bajo el aspecto, de la personalidad. Es
importante que comprendamos esto, para seguir avanzando con firmeza en la
adaptación, de un sistema fuera de todo control y pretensión, de una estructura
basada, en la mente no desarrollada del sistema de adaptación planetario. A
medida que os muestro esta información, más aspectos se ponen de acuerdo, para
reafirmar la constante experiencia, donde nuestras existencias navegan creyendo
haber sostenido la verdad. Es muy extensa la verdad, para actuar tan solo bajo
el velo de una mente racional.
Mientras
esta busca de cualquier forma la aprobación, nos alejamos de sentir los
aspectos sagrados que operan, desde la individualidad fuera de la extensión del
ego no desarrollado. Este tan solo
refleja, esa actitud la cual nos hace seguir inmersos, en las estructuras de
una mente no desarrollada, experimentando fracciones de otros Yos que no
favorecen, las estructuras del mental superior a través, de nuestra experiencia
aquí en la Tierra. Este tesoro de los aspectos, del cual os hablare para exponer
la verdad que muchos creen tener, y que tan solo representa una versión de sí mismos,
representada por sus propios miedos. Toda experiencia, que vivimos en esta
realidad no, es más, que una expresión del ego no desarrollado la cual nos separa,
o aísla de la unidad con el todo.
Este ha
adquirido tanto poder a través nuestro, que opera en nosotros haciéndonos sentir
portadores de esa verdad, cuando esta es representada desde los atributos, de
lo más elevado fuera de todo orden o estructura, creada desde la prisión mental
en la que nos encontramos. Si nos
adentramos en las esferas o cuerpos que nos representan, (lo han hecho así
desde el principio de los tiempos), experimentaremos como cada uno de estos,
tiene una repercusión dentro de lo que podríamos citar como posibilidades, como
presente de una ilusión mental en la cual, hemos crecido y nos hemos
desarrollado. Ya cité en anteriores artículos, que era necesario atravesar
estás puertas para adentrarnos, en la profundidad del Ser o Alma.
Una
vez nos reconocemos a sí mismos, nos adentramos en las esferas del desarrollo
las cuales, establecen en nosotros las texturas de una mente desarrollada, a
través de la individualidad. Dentro de este ámbito, o conocimiento en el
presente, dependiendo del nivel desde donde se mire, no existe o se experimenta
dentro de esta proyección, ya que notablemente nos vemos inversos en estados, más
bien, sumergidos en un futuro no existente o un pasado, representado por
actitudes de miedo e inseguridad. Estas son las formas de actuar de las
actitudes, de los múltiples Yos al haceros vivir separados y alejados, uno del
otro. Tan solo desde la “individualidad” podemos experimentar el presente,
fuera de toda expresión o comportamiento limitador, de nuestro ego, no desarrollado.
Mientras actuamos cargados de poder, o abusando de este tan solo nutrimos a
esas esferas del mental no desarrollado, las cuales siguen estableciendo esas
conductas en nosotros, que en realidad nos alejan del trabajo interior y el
reconocimiento personal, de nuestras existencias.
Un
ejemplo de la trayectoria de este ego no desarrollado, a través del vehículo
físico, sería la enfermedad que muchas mentes experimentan, al no haber
desarrollado sus capacidades internas. Como
actúa como primer vehículo, el más denso a través de absorber densidad y no ser
transmutada, el sistema biológico refleja una desarmonía que transmite, a nivel
celular como enfermedad del organismo. El segundo vehículo o esfera, la astral
actuaría negando toda posibilidad de avanzar, a través de favorecer esa
enfermedad y un deterioro más propenso, debido a que el ego no desarrollado ha
asumido, el control de la entidad humana. La repercusión del astral, actuaría
reafirmando la culpa a los demás, de la situación en la que se encuentra.
Este
en desarmonía constantemente, actúa bajo un velo de protección de su exterior
el cual, a la vez, culpa de las experiencias, que este mismo vive bajo su
propia influencia. Energías como el Odio o Rencor se apoderan de este astral,
las cuales favorecen su no evolución a la vez que amplían, su propia
experiencia a través, de la enfermedad y la muerte. Muchas mentes se sitúan en
esta situación, dando por sentado que han sido capaces de trascenderlas cuando,
realmente estas las han trascendido a ellas. Esto nos hace vivir inmersos, en
una constante transformación la cual empieza, por uno mismo y cuando esta es
integrada y contemplada, nuestra propia responsabilidad se abre hacia los demás,
como si de un abanico se tratara.
Oriol,
gracias por su lectura y difusión.
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