Oriol 25-09-16
¿BUSCANDO A DIOS?
Oriol, Escritor y Terapeuta.
Cuántas veces nos preguntamos una y otra vez, ¿dónde estará Dios ahora? Para que permita, que nos suceda tal o cual cosa. Lo más increíble, es que Dios está justo donde estaba, antes de que nos pasará tal, o cual experiencia como seres humanos. Vamos a mirar de ser más sinceros, y a reconocer que tan sólo queremos a Dios, para cuando nos es realmente necesario. Es muy fuerte si te paras a pensarlo, aunque es así del cierto, ya lo veréis al leer este artículo. Yo sinceramente, a esta actitud la llamó Egoísmo. Dios no es una entidad separada, como nos pueden haber hecho creer, (aquí se refleja nuestro propio grado de evolución). Dios es una de las células de toda forma, energía o expresión en todos los niveles de la galaxia, y más allá. Hemos de tener conciencia, de que no existe una función para encajar a Dios, ya que El es omnipresente, eterno y imperecedero.
Tan solo la mente humana en sus primeros niveles de realización, se ciñe a contemplar a Dios como una parte, fuera de nosotros mismos. Esa es la razón, de que cuando realmente pasan problemas o calamidades, acuden a Él para su salvación. Realmente inconcebible para una mente desarrollada. Tan bien tengo que decir, que Dios no nos abandona nunca, ya que esa versión de sí mismos tan solo representa, una mente inferior. Lo que si que puedo mostrar, en nuestra realidad en el presente, es que existen unas Leyes Divinas, que nadie se puede saltar, a las que estamos todos representados. A medida que uno se adentra, en el conocimiento del Alma o la conciencia, comprende que todo lo que sucede es necesario, para representar el nivel en el que nos encontramos, cada uno. Esta es la razón de que existen tantos niveles, como personas en la Tierra. Estas personas que piden a gritos, la ayuda de Dios, son las que menos se muestran ante El, debido a su propia impresión de la realidad y el desarrollo, de sus propios egos.
Por el contrario, viven sus vidas de forma individual y si pueden, actúan a su favor en todas las experiencias que viven, para su propio interés y realización. De esta forma, las mismas Leyes Divinas, son las encargadas de actualizarlo todo, en su lugar, momento y manifestación para su comprensión y desarrollo. Una de estas Leyes, sería la Ley de Correspondencia: tal actúas tú, tal es lo que recibes. El problema está, en que la mente humana inferior, no es capaz de comprender la magnitud de estas leyes, al estar tan inmersa en sus propias Vidas, que su visión es tan reducida que, no tiene posibilidades de ir más allá. De esta forma os expongo: Tan solo miremos a nuestro alrededor, y seremos capaces de comprender. ¿Que rodea a la humanidad en su conjunto? La Vanidad, la Cólera, el Poder y el Dinero. ¿Donde están las energías, que emanan de Dios?, Respeto, Comprensión, Agradecimiento, Perdón y Amor. Es necesario que nos adentramos, en experimentar a nivel personal, nuestras propias emociones.
Ya que sino es así, tan solo seguimos mirando las probabilidades de cambiar, lo que realmente necesitamos aceptar. Hemos de saber, que Dios no es una forma o entidad que se pueda manifestar como nosotros, dentro de una forma física. Dios es cada una de las formas, cada elemento, cada Sistema Solar, cada Galaxia tan solo no podemos ni llegar a contemplar su extensión. Aún así, sí que podemos adentrarnos hacia nuestro interior, y conectar con esa parte que reside, dentro de cada uno de nosotros, para ser conscientes de la magnitud de capacidades, que Dios ha puesto en nosotros, si tenemos una constancia a través de Él.
Tan solo la mente humana en sus primeros niveles de realización, se ciñe a contemplar a Dios como una parte, fuera de nosotros mismos. Esa es la razón, de que cuando realmente pasan problemas o calamidades, acuden a Él para su salvación. Realmente inconcebible para una mente desarrollada. Tan bien tengo que decir, que Dios no nos abandona nunca, ya que esa versión de sí mismos tan solo representa, una mente inferior. Lo que si que puedo mostrar, en nuestra realidad en el presente, es que existen unas Leyes Divinas, que nadie se puede saltar, a las que estamos todos representados. A medida que uno se adentra, en el conocimiento del Alma o la conciencia, comprende que todo lo que sucede es necesario, para representar el nivel en el que nos encontramos, cada uno. Esta es la razón de que existen tantos niveles, como personas en la Tierra. Estas personas que piden a gritos, la ayuda de Dios, son las que menos se muestran ante El, debido a su propia impresión de la realidad y el desarrollo, de sus propios egos.
Por el contrario, viven sus vidas de forma individual y si pueden, actúan a su favor en todas las experiencias que viven, para su propio interés y realización. De esta forma, las mismas Leyes Divinas, son las encargadas de actualizarlo todo, en su lugar, momento y manifestación para su comprensión y desarrollo. Una de estas Leyes, sería la Ley de Correspondencia: tal actúas tú, tal es lo que recibes. El problema está, en que la mente humana inferior, no es capaz de comprender la magnitud de estas leyes, al estar tan inmersa en sus propias Vidas, que su visión es tan reducida que, no tiene posibilidades de ir más allá. De esta forma os expongo: Tan solo miremos a nuestro alrededor, y seremos capaces de comprender. ¿Que rodea a la humanidad en su conjunto? La Vanidad, la Cólera, el Poder y el Dinero. ¿Donde están las energías, que emanan de Dios?, Respeto, Comprensión, Agradecimiento, Perdón y Amor. Es necesario que nos adentramos, en experimentar a nivel personal, nuestras propias emociones.
Ya que sino es así, tan solo seguimos mirando las probabilidades de cambiar, lo que realmente necesitamos aceptar. Hemos de saber, que Dios no es una forma o entidad que se pueda manifestar como nosotros, dentro de una forma física. Dios es cada una de las formas, cada elemento, cada Sistema Solar, cada Galaxia tan solo no podemos ni llegar a contemplar su extensión. Aún así, sí que podemos adentrarnos hacia nuestro interior, y conectar con esa parte que reside, dentro de cada uno de nosotros, para ser conscientes de la magnitud de capacidades, que Dios ha puesto en nosotros, si tenemos una constancia a través de Él.
Oriol, gracias por su lectura y difusión.
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