Oriol 21-09-16
-LA FUNCIÓN DE LA NATURALEZA, EN NUESTRAS VIDAS-
Oriol, Escritor y Terapeuta.
Me adentro en hacer un especial hincapié, en la función de la Naturaleza en nuestras vidas. Hemos de tomar conciencia, de que toda nuestra realidad se ve directamente reflejada, por las energías que nos rodean. Estas nos proporcionan, el que estemos inmersos en un paradigma de constante evolución, a través del cual contemplar los diversos niveles, que en esta se representan. A medida que asumo todo este gran potencial, que se refleja a través nuestro mas comprendo, la necesidad a través de la vital importancia, de actuar directamente representados por esa forma de vida, que actúa de manera natural dentro de los ciclos, de adaptación a nivel planetario. Si contemplamos, como se mueven las estaciones que reflejan nuestro sistema gregoriano de tiempo, nos adentraremos en experimentar de que forma, actuamos nosotros y que característica tiene cada una de estas, a nivel de ayudarnos en nuestra propia evolución. No podemos ir en contra de las leyes naturales, y por ejemplo representar las energías del otoño, como si fuera en primavera. Esto nos mostraría un profundo desequilibrio, a través del cual no comprender con exactitud, el ciclo natural en el que nos encontramos.
Como cite, en el articulo anterior el otoño refleja las energías de los centros 3, 4 y 5. Estos procesan ese interiorizar, a través de la cual presenciar como todo nuestro alrededor, opera de forma armónica a nuestro alrededor. Como sabéis, el otoño es la estación de los colores mas fuertes o oscuros. Esto en ningún momento, nos esta diciendo que se avecinan tiempos difíciles, mas bien nos muestra la expresión de comprender, que hemos de trabajar mas internamente, para realizar las labores que se nos presentan. A partir de esta estación, y a medida que mas nos adentramos en ella, necesitamos del fuego para calentarnos. Este elemento refleja directamente la energía del Espíritu, para que comprendamos la expresión que esta representa, en nuestras vidas. Siento que el otoño, es la estación del reconocimiento interior, y a través de esta la implicación mas directa, en reconocer quienes somos de veras. A partir de ahora, veremos caer las hojas de los arboles como algo natural. Estas nos muestran, la transformación que representa, la caída del Dios Sol en horas de duración. Mientras el Sol, nos abre las puertas a vitalizarnos y mostrarnos, ese caudal de energía la Madre Luna nos demuestra las múltiples posibilidades de una auto realización, contemplando el proceso interno, en el cual nos encontramos.
A lo largo de mi trayectoria, y mirando hacia atrás en el tiempo me adentro en la compresión, de que todo es mucho mas simple, y no tiene tanta repercusión como podríamos haber creído. Si miramos a nuestro alrededor, podemos presenciar los cambios por si solos, los cuales nos muestran una profunda sensación, de adaptarnos a los nuevos tiempos. Viviremos en breve sino esta pasando ya, las calles de nuestros pueblos o ciudades llenas de hojas, de unos colores amarillos muy oscuros, o de unos rojos anaranjados, y en algunos casos marrones mas claros. Estas hojas nos muestran a nivel vibracional, que su caída nos hace ser participes de que todo lo que vivimos, es pasajero y que por muy duros o difíciles que se presenten, nuestras propias experiencias, todo pasa con la intención de hacernos mas fuertes. Ese hacernos mas fuertes, nos habla de actuar desde esos centros internos los cuales, se abren de par en par, a medida que comprendemos nuestras propias emociones. ¿Hemos sido capaces, de preguntarnos de que forma actuamos, de cara al exterior?, o ¿Necesitamos de fuera para seguir, avanzando hacia delante?, estas son preguntas, que nos podemos realizar en estos tiempos, para comprender de una forma mas amplia, de que manera procesa el otoño nuestras energías, en el ahora.
Os propongo que vayáis al bosque mas cercano, y gocéis de sentir las vibraciones de los arboles, o de las hojas que ya están en el suelo. Sentir su presencia, y experimentar la alegría que estas desprenden, al cambiar de estación. De la misma forma, que las plantas sienten este gran alegría, los animales se preparan para un invierno el cual, se representara de forma que estos puedan avanzar, en su camino y ciclo de desarrollo. Todo esta en su debido lugar, y a medida que estudiamos su manifestación, nos adentramos en comprender la complejidad de todo lo que nos rodea, mientras experimentamos como la misma vida, nos hace rodar en ese ciclo de posibilidades, que nos adentra en comprender, gozar y disfrutar de cada ciclo estación en plenitud.
Oriol, gracias por su lectura y difusión.
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